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El gobernador del Banco de España, Luis María LindeEuropa Press - Archivo
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Luis María Linde, quien fuera gobernador del Banco de España hasta hace un año, ha reconocido que en 2012 “en los ámbitos del BCE se veía a Bankia como un gran problema”. “No era la causa de nuestras dificultades de colapso financiero, pero en el conjunto del sistema bancario Bankia era el gran problema”, ha apuntado durante el juicio por la salida a bolsa de Bankia.

Linde comparece este lunes como testigo en el caso Bankia por su papel de gobernador del Banco de España entre junio de 2012 y mayo de 2017. Durante su intervención, que ha comenzado siendo interrogado por la acusación popular de la Confederación Intersindical del Crédito (CIC), ha destacado que a finales de 2012 España se encontraba en una “situación gravísima desconocida desde la Guerra Civil”.

Para ilustrar la gravedad de la situación, Linde ha explicado que, a comienzos de 2012, la banca española debía al Banco Central Europeo (BCE) unos 150.000 millones de euros, de los que 20.000 millones correspondían a BFA-Bankia. Meses después, en octubre, la deuda se agrandó hasta 409.000 millones de euros en el conjunto del sistema (el 50% del PIB) y hasta 82.500 millones en el de la entidad. “Eso quiere decir que España sufría un auténtico colapso financiero”, ha resumido.

EL RESCATE EVITÓ UNA CATÁSTROFE

Además, Linde ha revelado que Bankia estaba a punto de sufrir en el verano de 2012 una "catástrofe inminente" que se consiguió evitar con el anticipo de su rescate. Según Linde, Bankia presentó en agosto de 2012 unas cuentas con pérdidas "muy importantes" y un "alto volumen de provisiones".

En ese momento, la entidad presentaba problemas de incumplimiento del mínimo de recursos propios y corría el riesgo de que el BCE le retirara su condición de entidad de contrapartida, por lo que las autoridades decidieron que Bankia recibiera un anticipo de su rescate con el objetivo de "evitar la catástrofe, que era inminente".

"Esas cuentas marcaban un problema gravísimo. Las pérdidas colocaban a BFA-Bankia en un incumplimiento de recursos propios y ese incumplimiento podía agravarse por problemas de liquidez graves, ligados a evaluaciones de las agencias de rating sobre España y colaterales para garantizar prestamos del BCE. Lo que se hizo entonces, lo que había que evitar, era que el incumplimiento de recursos propios y de solvencia de BFA-Bankia llevase a que el BCE quitase la calidad de contrapartida a Bankia", ha relatado.

Linde ha continuado relatando que esa situación era un "riesgo tremendo", porque cuando el BCE retira a un banco su condición de entidad de contrapartida le exige de golpe la devolución de toda su deuda, que en aquel momento era alta y en octubre de 2012 ascendía a unos 80.000 millones de euros. "Es la situación que se planteaba y explicaba el anticipo del préstamo que recibió Bankia a propuesta del FROB y con el acuerdo de la Comisión Europea", ha dicho.

"A la vista de los riesgos de esa situación, se decidió instrumentar ese préstamo final de 4.500 millones de euros para establecer la posición de recursos propios y que el BCE no privase a Bankia de calidad de contrapartida. Se hizo bien. Esto se evitó", ha explicado.

El exgobernador ha explicado estas circunstancias preguntado por CIC sobre por qué decidió no abrir un expediente sancionador a la entidad después de que sus cuentas demostraran que llevaba seis meses incumpliendo el ratio de solvencia. Linde se ha limitado a responder que la ley no obliga a abrir un expediente automáticamente cuando un banco se encuentra en esa situación y se detecta la infracción y ha procedido a explicar la situación que llevó a conceder a Bankia el anticipo del rescate.

En su opinión, lo que debe hacer el supervisor es "emitir un juicio sensato" antes de valorar un expediente. En el caso de Bankia, ese expediente habría implicado incluir al nuevo equipo gestor, el liderado por José Ignacio Goirigolzarri, "el equipo que había tratado de salvar la entidad".

Por otra parte, el exgobernador ha reiterado su visión sobre los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), que ha emitido en numerosas ocasiones. “Es evidente que los SIP, que tenían una función importante, no habían sido lo eficaces que podía esperarse que iban a ser (…) dada la crisis que teníamos”, ha apuntado, para después añadir que “los SIP no son un invento del Banco de España”.

Además, ha reconocido que los SIP se utilizaron también con una finalidad política. “Una fusión mercantil con todas las de la ley implicaba la desaparición de las cajas. Eso no era fácil políticamente”, ha explicado, pues, en su opinión, los SIP permitían la mutualización de los riesgos evitando la desaparición de las cajas que las conformaban, que eran una “parte importante de las finanzas de muchas comunidades autónomas”.

EL FMI Y EL BANCO DE ESPAÑA NUNCA SE HABÍAN EQUIVOCADO TANTO

Linde ha reconocido que tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el Banco de España cometieron en el segundo semestre de 2011 los errores “más graves” ocurridos en relación con España en toda su historia.

“El FMI nunca se equivocó más. Y tampoco el Banco de España”, ha señalado. En su opinión, “hubo errores de previsión muy claros” sobre el futuro próximo de España, de los que tanto el FMI como el Banco de España se fueron cuenta a comienzos de 2012. “Ahí ya todo el mundo se da cuenta de que el error era espectacular y suponía un cambio en la coyuntura económica enorme”, ha añadido.

También el BCE erró en sus previsiones. “Si el BCE subió los tipos es que no esperaba una recesión inminente”, ha apuntado el exgobernador.

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