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La recuperación del crédito aún tardará. O, al menos, no llegará en el tercer trimestre. Así lo cree la firma JP Morgan Cazenove, que considera que el crecimiento de los préstamos en el verano “continuó siendo débil”, a pesar del efecto estacional. Esta circunstancia, en su opinión, penalizará las cuentas de los bancos este trimestre.

En un informe publicado esta semana, la entidad valora que los datos del crédito en agosto hechos públicos por el Banco de España reflejan que la tendencia de crecimiento de los préstamos sigue siendo “débil”, lo que afectará a las cuentas que presenten los bancos a finales de este mes. “Las tendencias de crecimiento del crédito no pintan bien para los resultados del tercer trimestre”, señala.

Los préstamos impagados cayeron un 1,7% en agosto en relación con un año antes y con el mes anterior, al tiempo que la media de los intereses de los préstamos cayó once puntos básicos respecto a la misma fecha del pasado ejercicio y un punto básico en comparación con julio, de acuerdo con los datos recogidos en el informe.

JP Morgan Cazenove apunta que estos datos sobre el crédito, correspondientes a los meses de verano, reflejan estacionalidad y confirman las tendencias ya observadas por el sector. Sin embargo, añade que muestran “niveles altos continuados de amortización y repago”, algo que es “de poca ayuda” para los ingresos netos por intereses (NII) de la banca.

El informe apunta que el sector bancario aún no conoce cuál será el momento en el que el crecimiento del volumen de préstamos se compense con el de los depósitos, si bien apunta que es posible que esto tenga lugar en el primer semestre del próximo ejercicio.

Por otra parte, la entidad de inversión también habla, aunque someramente, de la situación política. Concretamente, señala en el documento que la “incertidumbre política que rodea al nuevo Gobierno español” representa, en su opinión, un riesgo a medio plazo para las entidades.

REPUNTE DEL CRÉDITO AL CONSUMO

Con los datos que aporta el informe, los volúmenes caen en el crédito a empresas (-4,5% en el año) y el hipotecario (-1,5% en los últimos doce meses), aunque ocurre lo contrario en el caso del crédito al consumo. Esta categoría avanza un 5,2% en comparación con agosto del año pasado.

Las entidades, así, continúan aumentando sus volúmenes de financiación al consumo, haciendo caso omiso de las continuas advertencias del Banco de España. La pasada semana, sin ir más lejos, el supervisor reiteró en un artículo que un aumento rápido del crédito al consumo puede conllevar "riesgos" futuros para la estabilidad financiera y macroeconómica al elevar la "vulnerabilidad" de los agentes frente a "perturbaciones adversas", salvo en el caso de la financiación concedida para la compra de automóviles.

Estos préstamos, apuntó, han repuntado un 47% en España desde 2014. Por ello, para el supervisor es importante que los bancos y los consumidores tomen decisiones basadas en "expectativas prudentes" sobre la capacidad de repago de esta deuda.

En ocasiones previas, el mismo Banco de España había advertido de que se estaban relajando los criterios de concesión de este tipo de crédito. Los primeros ejecutivos de los principales bancos, sin embargo, han manifestado en algunas ocasiones que el aumento del crédito al consumo no es preocupante.

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