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Detalle del logo de Enagás en la sede de la empresa de infraestructuras de gas natural en Madrid.Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Enagás quiere lucir su capacidad de generar caja, sin dejar de lado las nuevas inversiones que puedan presentarse y, en la presentación de resultados y de su nuevo plan estratégico ha prometido un dividendo de 1,74 euros por acción para el periodo 2023-2026, la segunda mitad de su nueva hora de ruta. Ese dividendo es clave en una empresa que sólo tiene dos accionistas de referencia: la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y el fundador y primer accionista de Inditex, Amancio Ortega. Ambos poseen el 5% del gestor de infraestructuras gasistas. Cobrarán, al menos, 68 millones de euros por el conjunto de ese trienio.

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La compañía presidida por Antonio Llardén ya había definido su política de retribución al accionista hasta 2023. Por ejemplo, con cargo a 2019, la estimación es de 1,6 euros por acción; y de cara a 2020, subirlo a 1,68 euros por título. En cuanto a los tres años siguientes, asume un crecimiento del dividendo del 1%. Es decir, con cargo al pasado año, Ortega y SEPI percibirán 20,8 y 21,8 millones, por cada ejercicio, respectivamente.

A partir de 2023, sostenibilidad en ese 'pay out', pero no porque no vea capacidad para ir por encima de los 1,74 euros por acción que promete actualmente. "El dividendo hasta 2023 tiene una hoja de ruta que ya hemos dicho. A partir de ese año, hay sostenibilidad: 1,74 euros por acción. ¿Lo podríamos subir? Con las cifras que hemos dado, probablemente sí", ha reconocido Llardén durante un encuentro con medios de comunicación. "Pero hacer previsiones a cuatro años vista es gratuito. Pensamos que, como mínimo, podemos mantener ese dividendo sin problemas. ¿Podemos subirlo? Probablemente sí, pero no queremos hacer promesas gratuitas".

El motivo, asegura, es que los inversores en una empresa con elevado 'free float' quieren un marco claro. "Tenemos 70.000 accionistas individuales, que buscan estabilidad y no quieren sorpresas. Esa es una cifra sostenible", ha justificado.

De momento, la sociedad de Amancio Ortega no se sienta en el consejo de administración de Enagás, aunque podría hacerlo. "Pontegadea nos ha comunicado su idea de continuidad y, de momento, no nos ha manifestado interés de estar en el consejo. Si lo pide, estaremos encantados. Cabe entender que, como cualquier accionista institucional, recibe toda la información y atención. Si hacemos un 'roadshow' hablaremos con ellos".

SIN RECURSO CONTRA LA CNMC

En cuanto a la nueva retribución marcada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Enagás se rinde y no la recurrirá ante los tribunales.

"Tras el informe del Consejo de Estado y los informes jurídicos hemos optado por no recurrir", ha reconocido Llardén. "Es un proceso largo y costoso y tienes que tener una base jurídica muy clara, que no parece que exista. Un proceso de este tipo abre un periodo de incertidumbre y como cotizada, con un 'free float' tan alto, los periodos de incertidumbre no son recomendables", ha asumido.

En cuanto a posibles compras, Enagás es prudente. Asume que no serán mañana pero que tiene capacidad para realizarlas. "Tenemos 1.500 millones de flujo de caja acumulado, que tendremos en 2026, e iremos viendo a qué lo destinamos", ha aclarado Llardén. "Si hay oportunidades invertiremos. No va a ser mañana. En estos seis años encontraremos oportunidades interesantes".

Parte de ese crecimiento vendrá de lo renovable, porque la compañía aspira a lograr las cero emisiones de carbono en 2050. "Hemos creado una filial, Enagás Renovables para que canalice todos los proyectos de gases renovables entre 2020 y 2026", En ella, tiene previsto inversiones de, aproximadamente, 300 millones de euros en diferentes proyectos, en los que puede ir de la mano de otras empresas.

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