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Josep Sánchez Llibre i la direcció de Foment del TreballEUROPA PRESS - Archivo

El empresariado catalán no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados y ver cómo se repiten los estragos del 1-O en la economía de Barcelona y de toda la región. Las numerosas voces de alerta de comerciantes, hosteleros y negocios turísticos que avisan de un cierre de año como el de 2017, a causa de las protestas que se suceden en todo el territorio tras la condena a los líderes del 'procés', ha provocado que los empresarios tomen la iniciativa.

Fuentes del sector habían comentado a Bolsamanía que estaban preparados para un ciclo de movilizaciones largo que llegaría hasta la campaña de las elecciones del 10N. Asumían que "octubre sería duro", pero también vaticinaban que el independentismo haría su "canto del cisne" a la luz de que el poder de convocatoria de las entidades independentistas había ido disminuyendo.

Pero la virulencia de las protestas, el músculo que ha enseñado el independentismo, que ha demostrado tener capacidad para bloquear Cataluña, y especialmente la oleada de violencia que se desató la semana pasada, ha cogido por sorpresa a los agentes económicos, entidades y 'think tanks' de la región. Además del desbordamiento de las calles y de las fuerzas del orden, lamentan la falta de liderazgo político a ambos lados del conflicto y están muy molestos con partidos como el PP que tiran de las recetas de siempre para paliar la crisis, como la aplicación del artículo 155.

Así se lo hizo saber este lunes Foment del Treball a Pablo Casado, durante la visita del dirigente popular al comité ejecutivo de la entidad. Con su presidente, Josep Sánchez Llibre, a la cabeza, la patronal catalana dejó claro al líder popular que todos los empresarios están en contra de una nueva suspensión total o parcial de la autonomía de la región o de la aplicación de cualquier otra medida excepcional.

No están más satisfechos con el papel del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, o con el president de la Generalitat, Quim Torra. Por este motivo han decidido coger la batuta y mandar un mensaje de unidad, que llegará después del gran encuentro del empresariado que se ha organizado en la sede de Foment este miércoles al medio día. Se espera la presencia de Pimec y el Cercle de Economía para emitir una declaración conjunta como la que hace pocos días lanzaron Foment, Pimec y los sindicatos UGT y CC.OO. en demanda de una solución política.

El temor que les aúna es acabar el año como lo hicieron en 2017, a pesar de que algunas fuentes señalan que la diferencia con hace dos años es que "en ese momento sí había el riesgo real de una ruptura territorial". Entonces, el PIB turístico se redujo en tres décimas, con pérdidas de 319 millones de euros. En cinco meses dejaron de llegar a Cataluña 185.000 viajeros, según datos de la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur. Asimismo avisan de que para inversores y empresarios los altercados son preocupantes y han dejado consecuenias que ya se pueden cifrar.

También hay empresarios afines al independentismo que, a pesar de que evidencian su preocupación por los altercados de los últimos días, también denuncian la judicialización del proceso independentista y la sentencia del 1-O. "No resuelve nada". Así se ha expresado Antoni Abad, presidente de la patronal CECOT, durante la 'Nit de l'Empresari' de la entidad vallesana en la que un millar de empresarios han coreado 'Llibertat' durante más de un minuto.

CANCELACIONES, ANULACIONES Y CAÍDA DE INGRESOS

La semana de disturbios ha provocado pérdidas para los comercios que representa entre un 30% y un 40% de la recaudación diaria, cifra que se eleva hasta el 50% en la restauración, según la entidad Barcelona Oberta. La asociación de comerciantes todavía está acabado de recopilar datos, pero ha denunciado una "importante parálisis de la actividad comercial que no se recordaba en Barcelona en los últimos 50 años", ni siquiera tras los atentados del 17 de agosto de 2017, y de una "incertidumbre" sin precedentes.

El panorama este fin de semana en algunas zonas de Barcelona dejaba fotos de restaurantes semi vacíos, a un tercio de su capacidad. Los hosteleros han sido los primeros en acusar el impacto con establecimientos que se han visto obligados a ajustar sus plantillas temporales como reacción a la caída de la demanda.

El Gremi d'Hotelers, por su parte, ha denunciado cancelaciones y descenso en las reservas en los hoteles de la ciudad. Y especialmente relevantes son los casos de la naviera alemana TUI, que desvió dos cruceros que tenían que llegar el pasado fin de semana al Puerto de Barcelona y MSC Cruceros, que canceló todas las excursiones por Barcelona y recomendó a sus pasajeros permanecer en el barco, debido a las manifestaciones en respuesta a la sentencia.

La inseguridad en Cataluña llevó la semana pasada a la cancelación de algunos congresos y actos de entidades como Dow Jones, que tenía previsto celebrar su conferencia anual del equipo de ventas en Sitges (Barcelona) o Société Genérale. Fira de Barcelona mantiene por ahora su programación. La semana pasada pudo desarrollar sin problemas sus salones de la piscina y el caravaning; y a partir del día 29 tiene prevista la Barcelona Industry Week, el principal evento ferial sobre fabricación inteligente, conectada y autónoma.

Algunos ayuntamientos también han cuantificado el coste de los desperfectos. En Barcelona, las pérdidas en patrimonio y mobiliario de la vía pública se elevan a 2,7 millones de euros y en Lleida estos daños han llegado a 144.000 euros. Ahora, la mirada se traslada a la campaña de Navidad, con el retraso de las tradicionales luces en la capital catalana que al parecer se colocarán en los próximos días, a excepción e la Vía Laietana, donde las protestas arremetieron con fuerza el pasado viernes, dejando notables desperfectos.

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