Deutsche Bank continua con su estrategia de abandonar el negocio de derivados de acciones. El banco ha anunciado este lunes la venta de parte de su cartera a BNP Paribas, en un acuerdo que incluye la tecnología y el trasvase de hasta 1.000 empleados de la entidad alemana a la francesa.
El acuerdo está aún pendiente de la aprobación de las autoridades regulatorias. Mientras tanto, y hasta que todos los clientes hayan migrado a BNP, Deutsche seguirá operando la plataforma, según un comunicado emitido por ambos bancos.
El mercado conocía que las dos entidades llevaban meses negociando y que alcanzaron un acuerdo preliminar a principios de año. Una vez confirmado, las acciones de Deutsche se han dejado este lunes un 3,5% en el parqué de Fráncfort, mientras que los títulos de BNP Paribas también han cotizado con números rojos del 2,84% en la Bolsa de París.
La entidad alemana ya vendió la semana pasada parte de su negocio de derivados. En esa ocasión, Barclays se hizo con los activos europeos, Goldman Sachs compró el lote asiático y Morgan Stanley adquirió las operaciones en Estados Unidos. Esta subasta consistió en activos conocidos como 'flow equity derivatives' (derivados de flujo de capital), que son menos complejos que otros instrumentos financieros derivados.
