Los emergentes están pasando factura a la banca española. Tras las tensiones en Turquía, que han hundido a la lira hasta hacerla depreciarse un 70% frente al euro en el año, Argentina ha vuelto a despertar al fantasma. El peso sufrió la pasada semana tras el brutal incremento en los tipos de interés del país argentino. México pasó por su propia etapa de incertidumbre hace meses, ¿es ahora el turno de Brasil?
Argentina es un país importante para la banca española, principalmente, para Santander y BBVA. Al banco que preside Ana Botín este mercado le aporta el 4% de su beneficio, mientras que en el caso de la entidad al mando de Francisco González América del Sur, división en el que se cuenta Argentina, representa el 17% de su beneficio.
Sus negocios en el país que dirige Mauricio Macri no van mal. Santander Río, filial argentina del primer banco español, vio sus ganancias crecer un 8% en el primer semestre, hasta 137 millones de euros, en un contexto en el que el peso argentino se depreció más de un 50%. En el mismo periodo, la unidad de América del Sur de BBVA, que recoge su actividad en Chile (ahora vendida a Scotiabank por 1.873 millones de euros), en Colombia, en Perú y en Argentina, ganó 452 millones de euros, un 30,6% más.
Dos meses después del cierre de estas cifras, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió incrementar en quince puntos porcentuales los tipos de interés, nada más y nada menos que hasta el 60%, un máximo mundial. Esta decisión llegaba después de que quince días antes la autoridad monetaria del país los incrementara otros cinco puntos, del 40% al 45%. La noticia sacudió los cimientos del peso argentino, que en la jornada del jueves llegó a depreciarse un 13,6% frente al euro y casi un 14% frente al dólar.
Este acontecimiento no ha pasado desapercibido para los bancos españoles, que el pasado jueves sufrieron en Bolsa (BBVA se dejó un 2,75% y Santander un 1,89%). Los bancos españoles son, precisamente, los más expuestos a las economías de Argentina y Turquía. En estos países las entidades españolas alcanzan el 36,2% y el 55,4% del riesgo de las entidades extranjeras, según datos del Banco de Pagos Internacional (BIS) recogidos por Europa Press.
Solo en Turquía, la exposición de la banca española es de casi 70.000 millones de euros, mientras que en Argentina casi alcanza los 24.000 millones de euros, muy por delante de las entidades de países como Estados Unidos, Francia o Italia.
BRASIL, ¿PRÓXIMA CRISIS DE EMERGENTES?
Alcanzado Argentina por la crisis de las divisas de los emergentes, los ojos se ponen también en Brasil. El país se enfrenta el próximo mes de octubre a una elecciones presidenciales, lo que aporta un nuevo elemento de incertidumbre. Su moneda, el real brasileño, se ha depreciado más de un 20% frente al euro y frente al dólar en lo que va de año y un posible contagio del riesgo tras las turbulencias en Argentina hace temblar a las compañías españolas.
Santander es el banco que más tiene que perder en Brasil. Por beneficio, el país representó su primer mercado en el último semestre, en el que llegó a ganar 1.324 millones de euros, un 28% más que un año antes.
La entidad está, por el momento, satisfecha con su actividad allí. Así lo aseguró su consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la última presentación de resultados del banco, que añadió que la entidad espera “grandes crecimientos” en este mercado, que “lo está haciendo razonablemente en línea” con los objetivos marcados en su plan estratégico, al igual que México.
LA LIRA, DOLOR DE CABEZA PARA BBVA
La lira turca, en todo caso, continúa dando dolores de cabeza a BBVA. La semana pasada llegó a depreciarse frente al euro y al dólar más de un 10% solamente en cuatro sesiones, con lo que acumula una devaluación superior al 70% en el año.
La entidad está presente en el país otomano a través del 49,85% de Garanti, una participación en la que ha invertido a lo largo de los años más de 6.800 millones de euros. Por el momento, el banco sigue apostando por Turquía, a pesar de que esta inversión vale a día de hoy menos de la mitad por el efecto divisa tras la crisis de la lira turca.
"Tenemos el mejor banco de Turquía, con unos resultados excelentes a pesar del entorno. Estamos muy cómodos con nuestra participación allí". Es el último pronunciamiento del banco, emitido por su consejero delegado, Carlos Torres, durante la última presentación de resultados de BBVA. Fue a finales de julio, antes de que la lira se depreciara más de un 30% durante el mes de agosto.
En su sufrimiento por esta crisis y una vez ahuyentado el fantasma de México, a BBVA le queda otra preocupación: Venezuela, país inmerso en una profunda crisis económica y humanitaria.
Estas crisis de emergentes no solamente han castigado a la banca, sino que han hecho mella en compañías de otros sectores. Han impactado en el Ibex, llevándolo a perder casi un 5% en el mes de agosto.
