Venezuela está sufriendo un éxodo migratorio que amenaza con colapsar toda la región. Los países fronterizos han hecho un llamamiento los últimos días a detener la llegada de venezolanos que huyen de un país asediado por una galopante crisis económica a causa de la hiperinflación. Brasil ha ido un paso más allá al movilizar a las fuerzas armadas en la frontera.
El emplazamiento de tropas ocurrirá en el pueblo de Pacaraima, en el extremo norte del país, y también en Boa Vista, capital del estado de Roraima. La medida, que ha sido confirmada por el Palacio de Planalto, ha sido tomada acorde con la ley de Garantía y del Orden y busca mantener el orden y garantizar la seguridad de los inmigrantes en la zona.
Temer ha culpado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, del éxodo de ciudadanos provenientes de Venezuela, una crisis que se extiende más allá de las fronteras del país latinoamericano. "El problema de Venezuela ya no es una cuestión de política interna. Es una amenaza para la armonía de todo el continente", ha expresado el dirigente brasileño en un discurso que ha sido televisado.
2,3 MILLONES DE MIGRANTES
El reciente plan de choque del presidente Nicolás Maduro, con medidas entre las que se incluye una devaluación del 95% de la moneda, no ha logrado frenar la salida de ciudadanos que llegan al país presidido por Michel Temer. O a otras regiones, como Ecuador, que ha ampliado el estado de emergencia en las regiones fronterizas, Perú, o el país brasileño, mientras Maduro ha anunciado otro plan para repatriar a los millones de venezolanos huidos.
El Gobierno de Venezuela ha anunciado este martes que 89 de sus ciudadanos han sido repatriados desde Perú tras ser sometidos a "vejaciones y trato cruel" en el marco de una fuerte ola migratoria que, según datos de Naciones Unidas, ha provocado el desplazamiento de 2,3 millones de venezolanos hacia el extranjero.
