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Aena, el gestor de los aeropuertos españoles, ha cancelado su mega dividendo de 1.137 millones de euros por el impacto del virus. El Estado, principal accionista con el 51% del capital; y los grandes fondos de inversión presentes en el accionariado (BlackRock, TCI) serán los principales perjudicados
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En marzo, Aena canceló sus previsiones financieras y aplazó cualquier decisión sobre su dividendo hasta poder cuantificar el impacto de la crisis del Covid-19. Ahora, ha decidido destinar su beneficio de 2019 a reservas voluntarias por valor de 1.395 millones y reservas de capitalización por 26 millones.
Aena tenía previsto distribuir un dividendo de 7,58 euros brutos por acción antes de la pandemia, ya que hasta ahora destinaba el 80% de su beneficio a retribuir a sus accionistas. Sin embargo, esta atractiva remuneración ha quedado suspendida en 2020 para hacer frente a la crisis, que está afectando sobre todo al sector del turismo y las aerolíneas.
Aena deja sin efecto los acuerdos formulados el pasado febrero para "fortalecer" su solvencia y ha convocado su Junta General de Accionistas los próximos 29 y 30 de octubre, donde se planteará el nombramiento del hasta ahora director general de aeropuertos, Javier Marín, como consejero ejecutivo.
El orden del día prevé además la reelección del presidente del grupo Hotusa, Amancio López Seijas, y del expresidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro, como consejeros independientes, así como el nombramiento de Irene Cano como independiente.
Los acuerdos del Consejo de Administración van dirigidos "a salvaguardar al máximo la liquidez de la sociedad" y no afectan de forma significativa a las cuentas anuales de 2019. En cualquier caso, el Estado, a través de su filial Enaire, dejará de ingresar unos 570 millones de euros.
