• Salvini defiende esta herramienta mientras no se encuentre algo "más inteligente"
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Matteo Salvini, viceprimer ministro de ItaliaStefano Guidi/ZUMA Wire/dpa

Italia vuelve a estar en boca de todos por su última ocurrencia: crear una moneda paralela al euro que sirva para pagar la deuda. La idea ya ha puesto nerviosos a los mercados, no solo porque supone un nuevo desafío a la Unión Europea (UE), sino porque muchos expertos lo ven como el primer paso para que el país salga de la moneda única.

Roma se ha planteado esta alternativa para afrontar los problemas económicos que arrastra por su elevada deuda, que supera el 130% del PIB y que ha provocado que Bruselas active el procedimiento sancionador por no reducirla. La idea que baraja el gobierno italiano es que el Tesoro emita valores, los llamados 'mini-BOTs' (siglas en italiano de Buoni Ordinari del Tesoro), a corto plazo que se usarán para el reembolso de la deuda pública y que los receptores podrán a su vez utilizar para pagar impuestos y para comprar bienes o servicios de empresas estatales.

Estos 'mini-BOTs' son algo así como una especie de pagarés públicos, sin intereses ni vencimiento, que se emitirían por un valor reducido (20, 50 o 100 euros) y que también podrían usarse para saldar con los proveedores los pagos atrasados de la administración pública. Esta medida lleva días planeando, pero no se ha terminado de concretar por las discrepancias que hay en el seno del ejecutivo de coalición del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga Norte.

Y es que mientras el ministro de Finanzas, Giovanni Tria, dice que no cree que esos instrumentos vayan a materializarse porque no es algo que esté en la agenda ni que Italia necesite ("No queremos crear problemas en Europa. Tenemos que reforzar la confianza de los inversores en la situación financiera del país", decía este martes en una conferencia en Londres), el viceprimer ministro y líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, defiende su creación y asegura que seguirán adelante con la idea "a menos que alguien sepa de una herramienta más inteligente" para reducir la deuda.

Lo cierto es que esta propuesta ha generado una gran controversia, y ha hecho que incluso el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, salga a criticarla. El banquero italiano ha señalado que estos instrumentos serían considerados como dinero, y por tanto ilegales en la zona euro, o bien como una nueva forma de deuda que se sumaría a las ya de por sí enormes obligaciones de Italia, por lo que en ningún caso sería recomendable su creación. De hecho, los partidarios de la idea, como la Liga, creen que estos valores a corto plazo ayudarían al gobierno a reducir sus facturas pendientes, pero los detractores sostienen que provocarían un aumento de la deuda pública en un país que ya tiene la segunda mayor deuda de la zona euro.

Aunque el BCE no ha sido el único en criticar la idea. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también se ha mostrado escéptico ante los 'mini-BOTs', que cree innecesarios. La directora gerente de la institución, Christine Lagarde, ha dicho que es un "extraño instrumento financiero" y que "hay mejores maneras de lidiar con los pagos atrasados". "No requiere la creación de tales instrumentos, porque los bonos italianos podrían hacer el trabajo", señalaba en una conferencia el pasado jueves.

COMPROMISO CON LA MONEDA ÚNICA

El Tesoro ha negado que haya planes para emitir tales valores, pese a que el Parlamento italiano ha votado a favor de que el Gobierno explore la viabilidad de los 'mini-BOTs' para pagar la deuda, pero el temor vuelve a planear con fuerza en la UE y en los mercados. Muchos creen que esta propuesta podría mermar el compromiso de Italia con la moneda única, porque como dijo Erik Nielsen, economista jefe de UniCredit, en una nota la semana pasada, "hay una serie de economistas, incluidos algunos influyentes cercanos al gobierno italiano, que creen que el euro es una de las principales causas del bajo rendimiento de Italia, y los líderes de la coalición nunca han puesto fin a esta idea".

Hay que recordar que antes de las elecciones generales de 2018, tanto el Movimiento 5 Estrellas como la Liga Norte sembraron dudas sobre la pertenencia del país a la zona euro. Desde entonces, ambos partidos han bajado su tono euroescéptico, aunque el enfrentamiento que Roma mantiene con Bruselas desde finales del año pasado a cuenta del Presupuesto y las medidas a adoptar para atajar los problemas económicos, unido a esta propuesta, ha hecho que vuelvan a saltar las alarmas. Sin olvidar que una de las principales mentes económicas de la Liga, Claudio Borghi, sigue siendo abiertamente hostil a la idea de la moneda común.

Otros expertos, como los de Daiwa Capital Market Research, creen que esta propuesta solo pone en evidencia el "poco apetito político en Italia por la responsabilidad fiscal", y eso puede generar nuevos problemas al país y al resto de Europa.

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