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La guerra comercial ya empieza a dejarse notar en la economía china. El producto interior bruto (PIB) del gigante asiático se ha ralentizado al 6,7% en el segundo trimestre de 2018, dos décimas por encima del objetivo de crecimiento marcado por el Gobierno para este año, pero a su ritmo más lento desde 2016, según ha anunciado la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

La economía china ha cedido una décima en rango interanual, comparado con el 6,8% de 2017, ya que “las preocupaciones sobre la guerra comercial con EE.UU. actúan como un lastre en la producción, junto con una desaceleración en el gasto de inversión ya que la inversión en activos fijos se ralentizó también al 6% desde el 6,1% de mayo”, explica Michael Hewson, analista de CMC Markets.

La producción industrial del gigante asiático también cayó bruscamente al llegar al 6%, por debajo del 6,8% de mayo, aunque las ventas minoristas lograron recuperarse de los mínimos de varios años del 8,5% en mayo, hasta llegar al 9%.

IMPACTO LIMITADO

Con todo, el portavoz de la ONE, Xing Zhihong, detalló en rueda de prensa en Pekín los datos económicos de la segunda economía relativos a la primera mitad del año, en la que todavía no se refleja el impacto de los nuevos aranceles a las importaciones chinas impuestos por la administración de Donald Trump, según informa Efe.

"Tendremos que esperar y ver el impacto específico que tiene la guerra comercial", aseguró el portavoz, que advirtió de que estos gravámenes afectarán a ambas potencias, pero también a la economía global.

El impacto, aunque en su opinión será "limitado", se verá durante la segunda mitad de este año.

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