• En enero presentó un borrador que aún no ha sido aprobado. Ahora se ha lanzado una consulta pública
  • La Comisión Europea ya ha dado un toque: podría haber sanciones si España no actúa
  • El uso medio de estas bolsas es de 12 minutos y pueden tardar 500 años en descomponerse
bolsa plastico blanca

España todavía no ha modificado su normativa para adaptarla a la legislación europea y lograr así reducir el uso de las bolsas de plástico. El objetivo de la Unión Europea es rebajar un 80% su uso de aquí a 2025, pero el Gobierno todavía no ha dado el paso necesario en ese sentido. En enero presentó un borrador de Real Decreto que meses después aún sigue sin aprobarse. Es más, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha introducido una serie de cambios en el mismo que ahora va a someter a consulta popular. No obstante, la paciencia de Bruselas tiene un límite, y ya ha habido toque de atención a España: podría haber sanciones si no se actúa contra las bolsas de plástico.

La UE pretende que el uso de estas bolsas sea de un máximo de 40 por persona y año para 2025

Hace unos días la Comisión Europea lanzaba un ultimátum a España. En un comunicado, Bruselas advertía que debe acometer de una vez los cambios necesarios para cumplir la normativa europea y reducir drásticamente el uso de las bolsas de plástico ligeras -o de un solo uso-, recordando que es un compromiso que los Estados miembro debían trasladar a su legislación nacional en noviembre del pasado 2016, a más tardar.

La UE pretende que el uso de estas bolsas sea de un máximo de 40 por persona y año para 2025, aunque parece complicado que eso pueda conseguirse en España, al menos sin contar con una legislación que ayude a ello, dado que actualmente el consumo por persona y año está en 144 bolsas (hay unas 6.800 millones de bolsas en circulación de todo tipo de grosor cada año). “España dispone de dos meses para cumplir sus obligaciones”, avisaba la Comisión, que insistía en la importancia de adoptar estas medidas para hacer más efectiva la lucha contra la contaminación y reducir el despilfarro de recursos.

Y es que las bolsas de plástico son uno de los elementos más contaminantes del mundo. El uso medio de estas bolsas es de unos 12 minutos, pero tardan unos 500 años en descomponerse, según datos facilitados por el propio Gobierno, que asegura además que tan sólo el 35% de ellas se deposita en los contenedores amarillos para su reciclaje, acabando la mayoría dispersas en el medio ambiente. El Ejecutivo ha respondido al ultimátum de la Comisión lanzando una consulta popular sobre las medidas previstas que se ha iniciado esta semana y que estará abierta hasta mediados del mes de septiembre, para que todo el que lo desee pueda hacer aportaciones y sugerencias al proyecto a través de la web del Ministerio que dirige Isabel García Tejerina.

Una decisión que el Ejecutivo ha adoptado porque, dice, los cambios adoptados en el proyecto de Real Decreto de transposición de la Directiva comunitaria son de tal “calado” que, para una “mayor seguridad jurídica”, ha decidido someter esta nueva versión del proyecto a la opinión pública.

Entre las propuestas del Gobierno, bastante revolucionarias según reconocen desde Equo, se propone prohibir la distribución gratuita de las bolsas de plástico de un solo uso desde la entrada en vigor de la nueva normativa, estimada para marzo de 2018, y, a partir de enero de 2020, prohibir de forma definitiva las bolsas ligeras y las fragmentables (se disgregan en pequeñas partículas que son ingeridas por seres vivos), aunque podrán seguir usándose las más gruesas (previo cobro de las mismas, puesto que sus características permiten una mejor reutilización y deberán incorporar un contenido mínimo del 30% de plástico reciclado) y las compostables, es decir, aquellas que sirvan para hacer compost o abono orgánico.

BUENA NOTICIA, AUNQUE LLEGA TARDE

Juan López de Uralde, co-portavoz de Equo y diputado del grupo de Unidos Podemos en el Congreso, dice estar sorprendido por el paso de ‘gigante’ que ha dado el Gobierno al proponer en esta norma la prohibición total de las bolsas de plástico de un solo uso a partir de 2020. “Es algo novedoso”, dice el parlamentario, que señala que es una medida que hasta ahora no se había planteado. No obstante, critica la “falta de voluntad” del Ejecutivo de Mariano Rajoy para adoptar “políticas ambientales ambiciosas”.

Si Bruselas no queda conforme con la respuesta de España, podrá llevar el caso ante el TJUE

López de Uralde no entiende a qué se debe la tardanza del Gobierno en aprobar estas medidas, sobre todo cuando el plazo dado por Bruselas para ello acabó hace ya ocho meses, aunque apunta como posible causa las quejas que haya podido recibir por parte del sector plástico. “Con este Gobierno, cualquier medida que sea vista como onerosa o que pueda causar problemas a algún sector se retrasa lo máximo posible”, apunta el diputado, y cree que eso, la “falta de voluntad política”, es precisamente lo que ha primado en este caso. Aunque apunta: “Gracias a Europa se avanza”.

España debe dar una respuesta a Bruselas cuanto antes, ya que la advertencia lanzada tiene la forma de un dictamen motivado, que es la segunda fase en un proceso de infracción, y si la Comisión Europea no se da por satisfecha con la respuesta de las autoridades españolas en el plazo de dos meses, podrá llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), lo que podría acabar derivando en una multa, como ocurrió por el retraso en la reforma del sector de la estiba.

UN PROBLEMA DE TODOS

La alta contaminación de las bolsas de plástico es uno de los problemas que más preocupan a organizaciones como Ecologistas en Acción y Greenpeace. El Gobierno ‘presume’ de la gran reducción del consumo de este tipo de bolsas en los últimos años, pasando de 317 por habitante en 2007 a las 144 de 2014 (últimos datos disponibles), a lo que, asegura, ha contribuido el cobro de las mismas en muchos establecimientos y su paulatina sustitución por otras de papel, tela o rafia. No obstante, desde Ecologistas en Acción han avisado en más de una ocasión de que este problema medioambiental de primer orden no se resolverá únicamente con medidas de este tipo, sino que hacía falta un programa más ambicioso.

“La introducción de instrumentos económicos nos parece un paso disuasorio tímido y poco contundente”, alertaba esta organización en el documento con observaciones que remitió al Gobierno poco después de que se presentase el borrador, allá por enero. Ahora parece que el Ejecutivo ha tomado en consideración esta sugerencia, y ha decidido adoptar medidas más contundentes para reducir la contaminación, lo que desde Ecologistas en Acción ven como algo “positivo” que “hay que aplaudir”. “Habíamos pedido una restricción del uso más radical, y el Gobierno nos ha escuchado”, dicen fuentes de esta organización.

Estas bolsas suelen dispersarse transportadas por el aire debido a su reducido peso contaminando las masas de agua, las riberas del mar y de los ríos y el medio terrestre. En este sentido, Greenpeace alertaba hace poco de que sólo se recicla el 7% de los casi 100.000 millones de bolsas de plástico que se utilizan cada año en Europa, recordando que muchas de ellas ni siquiera entran en el sistema de gestión de residuos. Es decir, no van a vertederos sino que se pierden en el entorno, contaminando el medio ambiente y los océanos. Según la organización, esto ocurre con 8.000 millones de bolsas.

“No basta cobrar las bolsas de plástico de un solo uso, deberían prohibirse, como han hecho otros países como Francia”, decía Elvira Jiménez, responsable de la campaña de Plásticos de Greenpeace, en un comunicado de la organización lanzado a principios de julio, coincidiendo con el Día Internacional sin bolsas de plástico. Jiménez también pedía a la ministra Tejerina “actuar y tomar las medidas necesarias para eliminar el plástico de un solo uso, incluido el envasado, que representa el 40% de la demanda de plástico en Europa”.

Desde 1950 se han producido en todo el mundo más de 8.000 millones de toneladas de plástico, la mitad en los últimos 13 años

Y aunque de momento el Ejecutivo sólo ha planteado la adopción de medidas contra las bolsas, reconoce que no descarta hacerlo en el futuro contra otros elementos de plástico si así lo ‘ordena’ Bruselas. En este sentido, recuerda que la Comisión Europea está elaborando la Estrategia Europea de Plásticos, en la que se va a analizar la situación del plástico en Europa (producción, consumo, tipología, impactos, gestión de residuos…), y, dice Medio Ambiente, “es previsible que se avance a nivel comunitario en medidas para la reducción del consumo de otros productos de usar y tirar fabricados con plástico, como es el menaje desechable (platos, vasos, cubiertos, pajitas), e incluso a prohibir la presencia de microplásticos en productos cosméticos”.

Una medida nada descabellada si se tiene en cuenta que la producción de plástico no ha hecho más que crecer: desde 1950 se han producido en todo el mundo más de 8.000 millones de toneladas de plástico de todo tipo, y la mitad de este material se ha generado en los últimos 13 años.

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