• Draghi saca pecho de la mejora económica pero también pone el acento en la debilidad de los precios
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Moneda de euro sobre billete de dólar estadounidense.Europa Press

La Reserva Federal de EEUU (Fed) cumplió con el guión línea a línea. Exactamente igual que el Banco Central Europeo (BCE). Casi como si lo hubieran acordado, la nota discordante en los dos últimos cónclaves de los supervisores monetarios de este 2017 ha sido la presión de los precios. Tanto la presidente de la Fed, Janet Yellen, como su homólogo europeo, Mario Draghi, han puesto el acento en la debilidad de inflación. Y el euro/dólar, que había remontado tras la Fed, no se ha tomado bien el comentario de Draghi y cae un 0,5% desde los máximos de la sesión casi en los 1,1860 dólares.

El miércoles, fue “el pesimismo de la presidente saliente del banco central, Janet Yellen, en torno a la inflación, lo que dinamitó a un dólar que lo tenía todo de cara para mantenerse o subir”, aduce la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. Yellen dejó entrever que se inclina porque la baja presión sobre los precios esté arraigada y no sea sólo temporal y, junto a los dos votos disidentes de Charles Evans y Neel Kashkari sobre el incremento de tasas, los inversores decidieron deshacerse de sus dólares, argumenta la experta.

Para Stephen Innes, analista de Oanda da otra razón. “Había cierta especulación en el mercado sobre que el banco central aumentaría su proyección de aumentos de tipos hasta cuatro veces para el año próximo, así que cualquiera que había apostado por esta opción buscó una salida del mercado”, explica el experto.

Por un motivo u otro, el dólar inició un descenso que ha mantenido este jueves y ha llegado a acumular una caída de un 1% contra el euro desde los máximos del miércoes, de un 0,8% contra el yen, hasta las inmediaciones de los 112,50 yenes y un desplome similar respecto a la libra, hasta los 1,3440 dólares. En el índice que mide el desempeño de la moneda de EEUU el declive es de un 0,6%, hasta los 93,370 puntos.

Pero la operativa de la moneda única se ha enfriado tras la comparecencia del banquero italiano. Mientras el mercado esperaba que diera alas al euro para que prosiguiera con su rally hasta, por lo menos, los 1,1900 dólares, las palabras del presidente del BCE han frenado su ascenso.

Si bien su optimismo en torno a la mejora económica ha estado en línea con lo esperado, hasta el punto que ha señalado que la holgura económica se cerrará el próximo año. Esto es, la diferencia entre el crecimiento real del PIB y el potencial -la lógica económica dice que cuando esto sucede hay presiones inflacionistas-. Pero ha preferido curarse en salud y ha subrayado que "las presiones sobre los precios domésticos permanecen silenciadas en general y aún no han mostrado signos convincentes de una tendencia sostenida al alza".

El euro ha iniciado una corrección que lo precipita hacia los 1,1800 dólares, lo que pone de relieve para los expertos de FEXCO Corporate Payments que la rueda de prensa del BCE "ha sido una clase magistral de cómo de enfriar el euro". "La preocupación de Draghi es que elevar las tasas de interés podría dar alas al euro y frenar el auge de las exportaciones de la zona euro", argumentan.

Desde el punto de vista del análisis técnico, el movimiento lateral que está desplegando el cruce, consumiendo más tiempo que profundidad, viene a corregir/ajustar las importantes subidas previas. "Y la realidad es que el cruce puede permanecer así bastante tiempo antes de darnos alguna pista más fiable acerca del que puede ser el siguiente movimiento en tendencia. Dicho esto y en términos de muy corto plazo el subyacente presenta un soporte en los 1,17120", indica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. "La perforación de este soporte dejaría las puertas abiertas hacia una vuelta a los mínimos de noviembre en los 1,1553", explica el experto.

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