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"La escasez de gas sigue siendo un problema" y pese a que los países de la Unión Europea (UE) han alcanzado sus objetivos de existencias antes de los fríos meses de invierno (las reservas están a un 95%, muy por encima del objetivo del 80% para principios de noviembre) lo cierto es que no se podrá evitar el peor escenario. "Seguimos creyendo que la contención de la demanda, o el racionamiento directo, siguen siendo componentes probables de una estrategia en la que Europa quiere evitar que los inventarios de gas se agoten hasta el 30%".

Son palabras de los expertos de Pantheon Macroeconomics, que en uno de sus últimos informes ponen negro sobre blanco en lo que respecta a la situación de Europa y el gas. Porque, como dicen, aunque los almacenes estén tan llenos y el inicio del otoño haya sido bastante cálido en la mayor parte del Viejo Continente, no se pueden lanzar las campanas al vuelo.

"Los responsables políticos no pueden dormirse en los laureles", afirman estos analistas, que recuerdan que en el pasado los países recurrían a sus reservas cuando el clima era demasiado frío, incluso cuando los flujos de gas que llegaban desde Rusia eran estables. Pero ahora la situación es muy distinta, porque el gas apenas fluye ya desde Moscú. En los últimos años los niveles de almacenamiento bajaban del 90% en noviembre al 30% en marzo, pero esta vez, si los países quieren evitar problemas la temporada que viene, la situación deberá ser muy distinta.

Y es que, recuerda Pantheon, el año que viene "no será posible depender del gas ruso para reponer el almacenamiento". Europa trata ahora "desesperadamente" de minimizar el 'golpe' que podrían sufrir sus reservas cuando llegue de verdad el frío, y por eso se han alcanzado diversos acuerdos, como el compromiso de reducir al menos un 15% el consumo hasta marzo de 2023, o la compra de gas centralizada que acordaron los Estados miembros de la UE el mes pasado.

Sin embargo, puede que todo esto no sea suficiente. "La reanudación de los flujos a través del Nord Stream 1, por no hablar del Nord Stream 2, es técnicamente posible en algún momento, pero creemos que seguirá siendo políticamente inaceptable el año que viene", apuntan los estrategas de la firma británica. Teniendo eso en cuenta, y aunque hasta ahora "los gobiernos han hecho bien en reducir el consumo y sustituirlo por otras fuentes de energía sin racionarlo" (por ejemplo, Alemania ha dado un giro de 180 grados en el cierre de sus centrales nucleares), "seguimos creyendo que la contención de la demanda, o el racionamiento directo, siguen siendo componentes probables de una estrategia en la que Europa quiere evitar que los inventarios de gas se agoten hasta el 30%".

La "buena noticia" es que la demanda ha sido mucho menor que en el pasado en lo que va de otoño, primero por el clima más cálido de lo habitual, y segundo por los cambios en el comportamiento de los consumidores y las limitaciones en la calefacción de las oficinas públicas y la iluminación edificios gubernamentales y comerciales. "Esto significa que los países han evitado hasta ahora el racionamiento forzoso. Esperamos que esto dure, pero dudamos que lo haga", insisten estos analistas.

Y es que aunque los gobiernos de la UE "han hecho bien en sustituir el gas ruso por el GNL", lo cierto es que "no han podido tapar el agujero por completo". En consecuencia, Pantheon cree que "es probable que los responsables políticos no eviten imponer algún tipo de racionamiento a nivel nacional o, en su defecto, agotar las existencias más de lo que lo han hecho en inviernos anteriores", si fuese necesario. Aunque eso provocase dificultades de cara al próximo invierno.

Estos estrategas estiman que ese es el escenario más probable pese al reparto de gas que acordaron los Estados miembro de la UE a finales del mes pasado, según el cual los países tienen que compensar su propia demanda antes de ayudar a los demás. "El racionamiento pesará en la producción, sobre todo en los sectores que hacen un uso intensivo de la energía, que ya tenían problemas a finales del tercer trimestre", auguran.

¿QUÉ PASARÁ CON EL PRECIO DEL GAS?

Además, estiman que el acuerdo alcanzado para comprar gas de forma conjunta "es poco probable que ayude, al menos no en cuanto al precio". "¿Se mantendrán bajos los precios del gas? No lo creemos", dicen estos expertos, que se muestran "escépticos sobre la sostenibilidad de la reciente caída de los precios del gas, que se debe principalmente a un clima más cálido de lo habitual".

"Cuando llegue el invierno los inventarios comenzarán a caer, lo que debería hacer subir los precios, ya que los mercados descuentan que llenar los almacenes el próximo año será más difícil y más caro", inciden desde Pantheon. Además, apuntan que la demanda europea de GNL "debería empezar pronto a competir con la asiática, que hasta ahora se ha mantenido baja artificialmente gracias a la política china de cero Covid-19".

Los datos sugieren que el aumento de las importaciones europeas de GNL en lo que va de año es exactamente igual al descenso en China, donde la demanda "acabará volviendo". "En general, el gas europeo sigue cotizando con un gran descuento respecto al GNL asiático. Por eso se leen historias sobre buques metaneros en espera fuera de España, a la espera de precios más altos para descargar su carga en terminales europeas".

Los estrategas de Pantheon creen que "no van a esperar indefinidamente", de forma que "o los precios aumentan en Europa o se dirigirán a Asia para vender a un precio más alto". "En cualquiera de los dos casos, la reciente caída de los precios del gas en la UE no se mantendrá", concluyen.

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