Dentro de la subida de impuestos que el Gobierno ha pactado con Podemos, hay una que llama mucho la atención: la de Patrimonio. Este tributo está cedido a las comunidades autónomas, por lo que el Ejecutivo no puede obligarlas a subirlo. A los únicos a los que se les aplicará es a los que no viven en ninguna comunidad autónoma -es decir, los no residentes- que tengan un patrimonio en España superior a 10 millones. Es decir, deportistas de élite y poco más.
No de ja de ser llamativo que el Ejecutivo apruebe un tributo que solo se puede aplicar a Rafa Nadal y a algún otro deportista de su nivel (Fernando Alonso, Pau Gasol, los pilotos de motociclismo, golfistas, futbolistas que juegan en otras ligas, etc.) la misma semana en que el tenista bajaba al fango -literalmente- para ayudar a los afectados por las inundaciones de su isla natal.
La medida anunciada el jueves por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, consiste en "incrementar el 1% en el impuesto de patrimonio a las fortunas de más de 10 millones de euros". Pero esto es inaplicable porque se trata de un tributo cuya gestión y recaudación están cedidas completamente a las comunidades autónomas. Luego cada una es libre de subirlo, bajarlo o no cobrarlo (como Madrid, que lo bonifica al 100%), diga lo que diga el Gobierno central.
Para poder obligarlas, sería necesario cambiar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas, que como ley orgánica requiere mayoría absoluta para salir adelante. Algo prácticamente imposible de alcanzar para el Gobierno socialista. Por tanto, la subida solo se aplicará a los no residentes.
Para ser no residente se exige pasar más de 183 días al año fuera de España. Aquí también encontramos artistas y altos directivos de multinacionales, por ejemplo. En el caso de los deportistas, existen dos situaciones. Por un lado, están los que militan en un equipo extranjero (como Gasol y numerosos jugadores de baloncesto y fútbol), que residen en el país de su equipo y tributan allí. Por otro, aquellos cuyas competiciones son itinerantes y se celebran cada vez en un país distinto: tenistas, pilotos o golfistas. En este caso, pueden elegir su país de residencia por motivos fiscales, que por regla general es Suiza.
Ahora bien, es normal que estas figuras mundiales tengan patrimonio en nuestro país; normalmente inmobiliario, pero es frecuente que también posean empresas y otras inversiones. Si este alcanza un valor superior a 10 millones, tendrán que abonar el nuevo tributo ideado por el Gobierno.
UNOS OBJETIVOS DE RECAUDACIÓN IMPOSIBLES
El acuerdo con Podemos estima en 600 millones el incremento de recaudación que se va a conseguir con la subida del Impuesto sobre Patrimonio. Algo que se antoja imposible de alcanzar dado que solo se va a poder aplicar a este reducido grupo. Pero, aunque se pudiera imponer a las autonomías, tampoco se alcanzaría esa cifra ni de lejos.
La razón es que poco más de 6.500 personas declaran en España un patrimonio superior a 6 millones, y este tributo solo recaudó 1.250 millones en 2016 (es irrelevante en términos de recaudación). Por tanto, esperar que imponer un gravamen del 1% por encima de 10 millones va a recaudar 600 millones tiene muy poca base.
