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El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha subido tipos en un 0,25% hasta el 0,75%, cumpliendo con las previsiones del mercado, que esperaba un tercer aumento consecutivo de la tasa de interés. Con el alza de este jueves, en medio de una inflación desbocada, el precio de los préstamos ha vuelto a los niveles previos a la pandemia de Covid-19.

A pesar del probable impacto negativo de la guerra en Ucrania sobre la economía, el comité de política monetaria del Banco, compuesto por nueve miembros, ha decidido que la creciente presión inflacionaria requería una política más dura. Sin embargo, la decisión no ha sido unánime ya que el vicegobernador Jon Cunliffe votó a favor de dejar el tipo de interés bancario en el 0,5%.

Las actas muestran que Cunliffe concedió "gran importancia, en este momento", a los efectos negativos muy importantes del aumento de los precios de las materias primas sobre los ingresos reales de los hogares y la actividad.

Con esta subida de un cuarto de punto se marca la primera vez que el BoE encarece el precio del dinero en tres reuniones consecutivas desde el verano de 1997, el periodo inmediatamente posterior a su independencia operativa.

En cuanto a la guerra en Ucrania, el Banco de Inglaterra ha condenado la invasión de Rusia y el sufrimiento infligido a Ucrania. "El Banco está trabajando estrechamente con el Gobierno del Reino Unido para apoyar su respuesta en coordinación con las autoridades internacionales. El Comité de Política Monetaria del Banco (MPC) apoya esta condena y acoge con satisfacción estas acciones", ha declarado en el comunicado que acompaña a la decisión de tipos de interés.

El banco central ha aseverado que la invasión de Ucrania ha impulsado sustancialmente al alza la inflación por el encarecimiento de los precios de la energía y otros productos básicos, incluidos los alimentos, mientras que también es probable que intensifique las interrupciones de la cadena de suministro global. "La invasión también podría aumentar la incertidumbre y disminuir la confianza de los consumidores y las empresas. Estos impactos sobre la actividad y el empleo empujarían las presiones inflacionistas internas", ha dicho el banco central de Reino Unido.

De este modo, el Banco de Inglaterra espera que las presiones inflacionarias globales se fortalecerán considerablemente más en los próximos meses, mientras que es probable que se desacelere el crecimiento en las economías importadoras netas de energía, como la del Reino Unido.

El pasado mes de enero, la tasa de inflación interanual del Reino Unido subió al 5,5% desde el 5,4% de diciembre de 2021 y se prevé que aumente aún más en los próximos meses, hasta alrededor del 8% en el segundo trimestre de 2022, y quizás incluso más a finales de este año. No obstante, la 'Vieja Dama de la calle Threadneedle' confía en que "más adelante" la inflación retroceda considerablemente.

En cuanto al avance del PIB, el banco central ha declarado que "la economía ha estado sujeta recientemente a una sucesión de sacudidas muy grandes. La invasión de Rusia a Ucrania es otra de esas conmociones", señala la entidad, advirtiendo de que se trata de eventos que "la política monetaria no puede evitar".

De este modo, sobre la base de su evaluación actual de la situación económica, el Comité considera que en los próximos meses puede ser apropiado aplicar un modesto endurecimiento adicional de la política monetaria,

La decisión de acometer la tercera subida consecutiva de los tipos de interés del Banco de Inglaterra se produce un día después de que la Reserva Federal de Estados Unidos haya iniciado su propio ciclo de normalización con una subida de 25 puntos básicos, hasta un rango objetivo de entre el 0,25% y 0,50%.

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