El Fondo de Recuperación acordado por la UE es histórico, sí. Pero tiene letra pequeña. España, uno de los países que más salen ganando potencialmente, deberá cumplir esta serie de condiciones y requisitos para acceder a los 140.000 millones a los que opta, 72.700 de los cuales serán en transferencias.
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-Reforma del sistema de pensiones: el déficit en 2019 ha rondado los 22.000 millones, es decir, España cada vez gasta más para sostener lo insostenible. A este respecto, el gasto en pensiones deberá ser equilibrado para evitar que se sigan 'comiendo' los Presupuestos.
-Reforma del mercado laboral: la precarización y temporalidad de muchos contratos de trabajo es otro de los problemas que debe afrontar España. Está demostrado que la estabilidad del empleo y una mayor productividad van de la mano por lo que, más allá de sectores históricamente asociados a los temporeros como el turismo y la agricultura, esta será otra asignatura pendiente para los de Pedro Sánchez.
-Adiós al déficit a largo plazo: uno de los deberes que nos lleva poniendo Bruselas desde hace años. En este sentido, la AiREF está llevando a cabo una evaluación del gasto público para que, sumado a una reforma del mercado laboral y las pensiones, se impongan una serie de medidas que pongan punto y final al crecimiento indefinido de la deuda en nuestro país.
Cabe recordar que, en el caso de incumplir los requisitos, los Estados miembros tienen derecho a vetar el acceso a las ayudas. En cualquier caso, desde el Gobierno no se muestran preocupados. Sánchez asegura que la agenda de España ya está en línea con la de la Comisión Europea y, Nadia Calviño, ve "lógicas" las reformas a las que va asociada el Fondo.
