El informe de ventas minoristas de abril muestra que por primera vez en la historia de Estados Unidos, el gasto de los consumidores en bares y restaurantes superó al realizado en supermercados.

En concreto, en marzo los americanos gastaron 50.400 millones de dólares en bares y restaurantes en comparación con los 50.100 millones de dólares que gastaron en tiendas de alimentación, explica Brian Horrigan, economista jefe de Loomis Sayles, filial de Natixis Global AM.

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¿Cómo interpretar este cambio de hábitos? ¿Es por costumbres generacionales o por la fortaleza de la recuperación económica? “La cuota de ingresos destinados a comer fuera es más elevada para la Generación Y (los llamados millenials, nacidos a partir de mediados de la década de los 80) que para las generaciones más mayores”, indica Horrigan.

La cuota de ingresos destinados a comer fuera es más elevada para la Generación Y (los llamados millenials, nacidos a partir de mediados de la década de los 80) que para las generaciones más mayores

2La Generación Y es enorme, mucho más grande que la generación del 'baby boom', y su propio tamaño está atrayendo la atención de todo tipo de negocios, en especial los restaurantes. Por todo el país están apareciendo opciones de comida rápida más diversa y de mayor calidad para satisfacer el paladar joven pero exigente de estos nuevos consumidores”, expone el economista jefe de Loomis Sayles.

No obstante, para llegar a estos datos agregados hay que tener en cuenta a la variable bebidas alcohólicas. La categoría más amplia en el informe de ventas minoristas es 'tiendas de bebida y alimentación' lo que incluye no solamente las tiendas de alimentación sino también las tiendas que venden vino, cerveza o licores para consumo en el hogar.

“Una vez que combinamos las compras de bebidas alcohólicas y alimentación para su consumo en el hogar, se puede ver que el gasto en compras de alimentación y bebida todavía supera el gasto en comer y beber fuera de casa”, recuerda Brian Horrigan. No obstante, “el margen está mermando y, para finales de la década, es probable que los gastos en comida y bebida fuera de casa superen a aquellos destinados al hogar”, agrega.

RAZONES DE LA CONVERGENCIA

Una de las principales razones puede ser el incremento de hogares con dos fuentes de ingresos a lo largo de las últimas décadas, opina el economista jefe de la gestora filial de Natixis Global AM. “Sabemos que hoy en día las familias tienden a ser más pequeñas y que es mucho más probable que las mujeres casadas trabajen fuera del hogar. El resultado es que los ingresos de los hogares son más elevados pero su tiempo es más limitado, lo que impulsa a las familias hacia la conveniencia de los alimentos preparados, ya sea en un restaurante o para llevar”.

Asimismo, otro desarrollo social que puede influir en estas dinámicas de consumo es el aumento de los hogares con una única persona, como resultado de retrasar el matrimonio, decidir no casarse o por los divorcios, añade el experto.

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