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Las semanas pasan y los avances para cerrar el Brexit son escasos. Tras el fracaso de la 'premier' Theresa May en el Parlamento británico, ahora se abre un nuevo proceso tras haber logrado arrancar a Bruselas la promesa de renegociar la declaración política, aunque no el acuerdo de retirada. El calendario cada vez presiona más, con la fecha del 29 de marzo (día fijado para la salida de Reino Unido de la Unión Europea) acercándose. Estas son las fechas clave y los nuevos plazos que hay sobre la mesa.

La primera ministra británica tenía intención de llevar al Parlamento británico de nuevo el acuerdo de retirada modificado para el 13 de febrero, con el objetivo de someterlo a una nueva votación, pero parece casi imposible que logre acercar posturas con la UE en tan poco tiempo. Ese día May hará una declaración ante la Cámara en la que informará a los legisladores sobre los avances que ha logrado hasta el momento en la búsqueda de cambios. Aunque la fecha importante de la semana será el 14 de febrero, y no precisamente por ser San Valentín. Ese día se celebrará en el Parlamento un nuevo debate sobre el Brexit en el que se discutirán nuevas enmiendas de los diputados británicos al texto.

Esta nueva ronda de enmiendas tiene un objetivo: acotar los términos del contenido del acuerdo o llegar a una decisión sobre el calendario del Brexit, es decir, establecer si se pide o no una ampliación del artículo 50 del Tratado de Lisboa para retrasar la retirada y por cuánto tiempo. Una idea que cuenta cada vez con más adeptos ante las dificultades que se están produciendo. Aunque también es posible que se ponga encima de la mesa la posibilidad de celebrar un segundo referéndum.

Después de ese día está previsto que el Parlamento británico haga un receso de 10 días, lo que significa que los diputados no volverán al trabajo hasta el 25 de febrero, según el calendario provisional. Aunque la líder de la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, ya ha advertido a los parlamentarios de la posibilidad de que se anule por la cercanía de la fecha límite del Brexit. "Es posible que la Cámara deba continuar reuniéndose para avanzar en la negociación", ha señalado. No obstante, de momento se trabaja con la idea de que el receso se mantendrá, por lo que los medios británicos remarcan que lo más probable es que la votación sobre el acuerdo de May tenga lugar la semana del 25 de febrero como muy pronto.

LA REGLA PONSONBY

A finales de febrero o principios de marzo, como muy tarde, el Parlamento británico debe reunirse para volver a votar el acuerdo de retirada. Lo explican los expertos de Barclays, que aluden a la llamada regla de Ponsonby de 1924 (llamada así por Arthur Ponsonby, entonces subsecretario de Estado de Asuntos Exteriores), que instauró la práctica de que los tratados sujetos a ratificación deben presentarse ante la Cámara al menos 21 días hábiles antes de su ratificación.

"En otras palabras, y excluyendo una excepción a la regla de Ponsonby, la retirada de la UE no puede entrar en vigor en menos de tres semanas (suponiendo que los diputados se sienten a trabajar durante los siete días de la semana) tras la ratificación con éxito del acuerdo de retirada", dice el banco británico. Lo habitual es que los legisladores se reúnan cuatro días a la semana, por lo que si se mantiene el calendario estaríamos hablando de que el Brexit, si se ratifica en ese momento, no podría entrar en vigor hasta cinco semanas después, lo que haría necesario solicitar una prórroga para evitar el escenario del Brexit duro.

Y a falta de lo que se pueda decidir en ese tiempo, la siguiente fecha marcada en el calendario es el 21 de marzo. A falta de una semana para la salida de Reino Unido de la UE se reunirá el Consejo Europeo, que podría convertirse en una cumbre de última hora sobre el Brexit. Los líderes de la UE podrían pedir la celebración de un encuentro antes de esa fecha, pero lo más probable es que no quieran mandar mensajes equívocos sobre la posibilidad de hacer concesiones o aprobar una prórroga, por lo que se trabaja con la idea de que la cita se celebrará según lo previsto.

Unos días después, y a menos de que se haya acordado una prórroga, llegará el 29 de marzo y Reino Unido abandonará el bloque comunitario con o sin acuerdo. Theresa May sigue trabajando para lograr una retirada ordenada, porque como dicen desde Barclays "mientras haya una forma de hacerlo, los negociadores seguirán negociando", pero la posibilidad de un Brexit duro no se puede descartar. Ni Reino Unido ni la UE quieren ceder antes de tiempo, por lo que lo más probable es que las negociaciones se desarrollen hasta bien entrado el mes de marzo, y que el acuerdo, si llega, sea 'in extremis'.

OTRA PRUEBA: LAS ELECCIONES EUROPEAS

Entre el 23 y el 26 de mayo se celebrarán las elecciones europeas, en la que se elegirán a los representantes del Parlamento Europeo. La primera sesión plenaria tras los comicios se celebrará un mes después, el 2 de julio. Si las negociaciones del artículo 50 se prolongan más allá de la fecha de la cita en las urnas, Reino Unido estará legalmente obligado a celebrar elecciones para elegir a sus diputados al Parlamento Europeo. Las instituciones europeas están investigando si hay margen para hacer una excepción o ajustar la normativa de forma que no sea necesario, aunque aún no se ha llegado a una conclusión clara al respecto.

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