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Patidifusos. Así nos hemos quedado todos en los mercados financieros cuando la saga del Brexit ha adoptado un nuevo rumbo este 10 de diciembre. Después de que varios de sus ministros hubieran asegurado que se mantenía la agenda parlamentaria del día 11 de diciembre, la primera ministra británica, Theresa May, ha decidido posponer la votación sobre el acuerdo de divorcio con la Unión Europea (UE) que ella misma pactó con Bruselas hace menos de un mes. Un giro argumental que deja el final aún más abierto que nunca y que, según los expertos, toma tintes de segundo referéndum.

Antes que verse humillada por lo que se aventuraba como una derrota histórica, la premier ha preferido ahorrarse el disgusto y, de paso, aferrarse a su silla. lo que confirma la única constante en los devaneos de Londres con los Veintisiete durante los últimos 18 meses: si algo destaca entre los intereses de May, por encima de todo, es prolongar su estancia en el Número 10 de Downing Street.

Así lo han advertido analistas políticos de medios como 'Financial Times' en el pasado. El acuerdo que la mandataria pactó con las instituciones europeas era el “mejor posible para Reino Unido”… y para ella, tal como explicamos en Bolsamania. El largo período de transición que, en teoría, se activa el 29 de marzo, garantiza que el divorcio se produzca de una forma suave y asegura la permanencia de la primera ministra mientras haya un plan que administrar.

En cambio, si hubiera seguido adelante con el calendario de la Cámara de los Comunes, se hubiera evidenciado su fracaso, ya que las estimaciones más agoreras pronosticaban que se hubiera quedado corta en 100 votos, de los 320 necesarios. El siguiente paso natural era una moción de confianza, según expertos de Barclays y Danske Bank, que podrían haber desembocado en nuevas elecciones y en una victoria laborista, con un Jeremy Corbyn como primer ministro.

Si hubiera seguido adelante con el calendario de la Cámara de los Comunes, se hubiera evidenciado su fracaso, ya que las estimaciones más agoreras pronosticaban que se hubiera quedado corta en 100 votos

El mercado ha interpretado el anuncio de May exactamente en esta misma dirección, como una “maniobra de audacia política” para mantenerse en el cargo, según Neil Wilson, analista jefe de Markets.com. “El aplazamiento de la votación parlamentaria significa que May ha asumido que iba a ser derrotada, lo que añade incertidumbre en el mercado”, indica por su parte Simon Harvey, analista de Monex Europe.

Otras voces apuntan a que los esfuerzos de la premier serán en vano ya que al asumir que perdería la votación “su posición se ha vuelto insostenible, tanto al frente del país como del partido ‘torie’”, Indica David Cheetam, analista de XTB. Este experto cree que la moción de confianza ha cogido más fuerza y como sucesores suenan los nombres del ex ministro de Exteriores, Boris Johnson, y del diputado Jacob Rees-Mogg.

BRUSELAS DICE QUE NO NEGOCIARÁ

“El desenlace actual devuelve a primera línea la posibilidad de un Brexit sin acuerdo”, agrega Harvey que espera más debilidad para la libra en las próximas semanas. La divisa se ha desplomado hasta las inmediaciones de los 1,26 dólares y las apuestas se apilan para que prosiga con la senda bajista que arrastra desde septiembre. Como objetivos, los expertos ubican los 1,25 dólares y los 1,20 dólares y creen que, como es habitual en el Brexit, la moneda “se mantendrá altamente sensible a los titulares”.

Especial incidencia en la moneda ha tenido la advertencia de la Comisión Europea, que ha insistido en que no renegociará el acuerdo de divorcio alcanzado entre el bloque comunitario y Reino Unido para el Brexit, después de que haya trascendido que May planea aclarar algunos puntos clave como la frontera con Irlanda del Norte. Asimismo ha remarcado que el "mejor" y "único posible", incluso a pesar de la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que ha concedido a Londres el derecho a frenar el proceso de manera unilateral, enviando así un balón de oxígeno al Gobierno británico.

"Nuestra posición se mantiene: no renegociaremos el acuerdo que está sobre la mesa ahora mismo y que fue aprobado por el Consejo europeo el 25 de noviembre. Esto está muy claro", ha subrayado en una rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo comunitario Mina Andreeva, horas después de conocerse el fallo del tribunal de Luxemburgo. Además, ha remarcado que el Acuerdo de Salida es "el mejor y el único posible", utilizando las palabras utilizadas por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien mantuvo este domingo una conversación telefónica con la primera ministra británica Theresa May para evaluar los últimos acontecimientos.

Por todo lo explicado, “la decisión de May ha generado aún más caos. Ahora hemos vuelto a la casilla de salida, ya que la 'renegociación' puede que nunca ocurra", lamenta Naem Aslam, analista de Think Markets. "Es ridículo y malo para la economía de Reino Unido“, sentencia.

Wilson, por su parte, cree que cobra fuerza la posibilidad de que May acabe devolviendo su acuerdo del Brexit a la ciudadanía y decida interpelar directamente a los electores mediante un segundo referéndum. No obstante, hace hincapié también en que esta situación generaría aún mayor confusión por lo que da la recomendación final a los inversores de “ser muy cautelosos con los activos de Reino Unido”.

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