ep 19 - washington dc eua el president donald trump
El presidente de EEUU, Donald TrumpChristy Bowe

La amenaza arancelaria de EEUU a la Unión Europea ha caído como un auténtico jarro de agua fría en el Viejo Continente, aunque los expertos rebajan el miedo y aseguran que Donald Trump, en realidad, va de farol. El órdago es "creíble", pero la firme respuesta que Bruselas ya ha anunciado que dará si el republicano sube las tarifas a sus productos provocaría una guerra comercial que, a todas luces, el estadounidense querrá evitar. Sobre todo teniendo en cuenta que las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina.

"Esperamos que EEUU mantenga la amenaza de subidas de los aranceles como un as en la manga", dicen los analistas de Barclays, que creen que dado el calendario de las elecciones estadounidenses (se celebran en noviembre de 2020), los obstáculos para la ratificación del acuerdo con México y Canadá y el estancamiento de la guerra comercial con China, Trump optará por "evitar una mayor confrontación con la UE". Al menos por ahora.

Como dicen, no esperan que EEUU "desencadene una confrontación comercial en toda regla con la UE", aunque sí creen que Trump mantendrá la tensión al máximo tanto tiempo como pueda, lo que acabará por influir en el comercio mundial y, sobre todo, en la confianza de las empresas, que se verá "aún más afectada". Porque, dice Barclays, aunque solo "una pequeña parte de las exportaciones de bienes de la UE a EEUU está amenazada por los aranceles" (en concreto, un 1,5% del total según datos de 2018), "es difícil ignorar la señal de un mayor proteccionismo", por lo que es probable que la incertidumbre se asiente con fuerza entre las empresas.

Lo que sí ocurrirá de forma casi inevitable tras la amenaza de Trump es que aumentarán las tensiones entre ambas partes, lo que dificultará aún más el posible acuerdo comercial entre EEUU y la Unión Europea, que está estancado. "Si hay aranceles, la probabilidad de un acuerdo, que ya es baja, disminuirá sustancialmente", dicen los expertos del banco británico, que creen, además, que eso hará que el presidente estadounidense vuelva a poner sobre la mesa los aranceles a los automóviles europeos. Aunque, dicen, "incluso si los aranceles se anuncian en el punto álgido de las tensiones, creemos que es improbable que se apliquen en el período posterior". Precisamente porque, insisten, Trump no querrá una confrontación de este tipo con el bloque comunitario.

En opinión de los expertos de Barclays, una forma de acuerdo comercial 'limitado' sigue siendo probable, potencialmente en el primer semestre, una vez que se nombre a la próxima Comisión Europea". Hasta entonces, los brotes comerciales y las amenazas arancelarias prolongarán la incertidumbre de la política comercial mundial, "incluso si las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China finalmente disminuyen".

Aunque en BofA Merrill Lynch no son tan optimistas. Creen que la cuestión Boeing-Airbus (Trump anunció sus aranceles a productos europeos después de que la Organización Mundial del Comercio los respaldase al tomar en consideración una denuncia de EEUU por las ayudas europeas a Airbus, lo que, dice, perjudicó a su competidor estadounidense Boeing) "podría haberse resuelto de otra manera, pero Trump optó por las tarifas", lo que ha provocado que la UE adopte una postura firme. Y esto "no parece ser una buena base para las negociaciones sobre temas del sector del automóvil". A juicio de los analistas de esta firma, "el apetito de Estados Unidos por las guerras comerciales sigue siendo alto, y va más allá de la confrontación con China. Se acerca el invierno", señalan, en clara referencia a la conocida serie de HBO 'Juego de Tronos'.

CHINA Y JAPÓN

El europeo es el último de los frentes que tiene abiertos Trump, que aún debe acabar de solventar sus diferencias con China y Japón. En el caso del gigante asiático, EEUU y China retomarán sus negociaciones el próximo 10 de octubre en Washington, y el mercado tiene puestas grandes expectativas en esa reunión. El propio presidente estadounidense, al ser preguntado por si habrá un buen acuerdo con China, se ha mostrado confiado: "Podría ocurrir".

Y en lo que respecta a Japón, la situación es mucho mejor que con la UE porque las negociaciones parecen estar a punto de acabar en acuerdo, aunque sea un acuerdo comercial 'limitado'. Como dicen desde Barclays, las negociaciones con Bruselas difieren de las negociaciones con Japón en la "fuerte resistencia de la UE a conceder un mayor acceso al mercado interior a las exportaciones agrícolas de EEUU a cambio de una reducción de los aranceles de los automóviles". Eso, unido al hecho de que Estados Unidos ha decidido no participar en el acuerdo de París sobre el clima, cuando la Comisión Europea está claramente enfocada a la agenda medioambiental, "complica las negociaciones".

Noticias relacionadas

contador