Banca, empresas y reguladores con vínculos en el blockchain y las criptos cierran filas con las monedas digitales de los bancos centrales. Van a una a la hora de defender que son el culmen de toda la innovación y eclosión de las criptodivisas y la tecnología blockchain que avanza a pasos agigantados, poniendo en jaque a los sectores tradicionales. Es por ello que giran la mirada hacia los trabajos de los supervisores monetarios, fundamentalmente el de la eurozona, y se muestran esperanzados antes sus infinitas posibilidades.

Es la principal conclusión que se desprende de la primera jornada del Digital Coin & European Financial SyStem Sevilla Virtual Summit 2021, que se desarrolla de forma virtual el 26 y 27 de mayo. Uno tras otro, los ponentes de este evento han cantado las bondades de un futuro euro digital, cuyo desarrollo está en ciernes en el Banco Central Europeo (BCE) y no se espera hasta 2024 como muy pronto. Las iniciativas de monedas digitales soberanas (CBDC del inglés Central Bank Digital Currency) han centrado buena parte del debate, en contraposición al bitcoin y los criptoactivos.

Si bien ponentes como Juan Carlos Ureta, presidente de Renta4, o Jesús Pérez, director de Crypto Plaza han defendido las potencialidades de la tokenización de activos y el blockchain como un generador de “nuevos mercados”, en general la cautela se ha impuesto al abordar el bitcoin y las ‘altcoins’ para los que se ha pedido “regulación que cierre el círculo en los activos digitales", en palabras de Uretra. No sin alabar la tecnología de la cadena de bloques, “que va a ser al mundo de la transacción bancaria lo que Internet lo fue al de la información”. En cuanto al futuro de los criptoactivos, Ureta ha señalado que las oportunidades "son muy superiores a los riesgos”.

Con todo, la tónica principal ha sido la de resaltar las deficiencias o peligros del bitcoin y las ‘altcoins’, unos activos difíciles de entender, ya que se trata de "divisas respaldadas por algoritmos matemáticos", en palabras del presidente de la Asociación Española de la Banca, José María Roldán. En cambio, “las ciberdivisas oficiales emitidas por los bancos centrales son un depósito de valor, una unidad de cuenta y una unidad de pago”, ha enfatizado Roldán, quien considera que su aparición supone una “encarnación del dinero” a un registro electrónico validado por la entidad bancaria.

Las monedas digitales de los bancos centrales "pueden ser el dinero del futuro" y transformar el sistema financiero, ha asegurado a su turno Carlos Arenillas, exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "La innovación menos destacada por los medios puede terminar siendo la más disruptiva, y es la creación de monedas digitales por los estados o sus bancos centrales. Es muy posible que ese sí sea el dinero del futuro y suponga una transformación del sistema financiero", ha destacado.

En la misma línea se han manifestado Emma Navarro, consejera independiente de Iberdrola, el economista Daniel Lacalle, quien ha aportado otro punto de vista al subrayar la importancia de que la moneda digital central venga de un país que garantice independencia de las instituciones; o José Carlos Díez, profesor de economía de la Universidad de Alcalá y socio de LUAfund, ha senfatizado que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés), suponen “una disrupción”, hasta tal punto que pueden cambiar el paradigma.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España, por su parte, ha pedido que la implementación de las monedas soberanas criptográficas se haga en forma de “evolución y no de revolución”, aunque ha reconocido el carácter “revolucionario” del euro o el dólar digital en cuanto a su contenido.

EL CAMINO HACIA EL EURO DIGITAL

Si embargo, queda un largo camino por delante. Este martes, el miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Fabio Panetta, ha dejado caer que el euro digital será aprobado o no formalmente en los próximos meses y no llegará, como muy pronto, hasta 2026. Un marco temporal que Navarro rebaja hasta 2024, dados los casos de China o Bahamas, que ya tienen sus proyectos de divisa digital soberana muy avanzados, por lo que el resto "se acelerarán".

De hecho, destaca la madurez y velocidad de Asia en este ámbito, con regiones que han abordado las monedas digitales fiduciarias “con mucha determinación”, ha explicado Álvaro de Salas, director de estrategia e Innovación SS.FF. de Minsait-Grupo Indra. En este sentido, “llama la atención que la Reserva Federal de EEUU (Fed) vaya tan rezagada y arrastrando los pies en este terreno”, ha dicho, mientras en Europa, el Banco de Inglaterra lanzará su proyecto piloto de la ciberlibra. Algunos países como Suecia y Noruega han sido más decididos.

Miguel Ángel Prieto, director de soluciones de Minsait Payments-Grupo Indra cree “que hay una diferencia entre los países más bancarizados, donde el desarrollo de monedas digitales centrales se produce de modo defensivo y países con gran número de usuarios fuera del sistema, donde hay una oportunidad de integrarlos”. El reto en el primer grupo de naciones es “buscar el encaje perfecto entre moneda digital y cadena de valor de los consumidores, sin dejar lado distorsiones macro y estabilidad monetaria”.

De vuelta a Europa, el BCE probablemente implemente su programa piloto de euro digital este 2021, después de que el banco central haya aunado esfuerzos con la Comisión Europea para considerar los posibles problemas que podrían surgir de la implementación de una moneda online. Con ello buscan tener atados todos los cabos antes de que se comience un proceso de desarrollo de la moneda digital antes de septiembre.

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