Las sicav sufren un asedio político desde las elecciones generales de 2015 y el nuevo Gobierno de izquierdas de PSOE y Unidas Podemos va a ponerles el cerco definitivo. La consecuencia de esta incertidumbre sobre su régimen es que, en el último lustro, cerca de 800 sicav han echado el cierre. Inverco prevé que, en 2020, su patrimonio se reduzca solo un -0,5%, aunque si la estimación no es peor es gracias a las buenas perspectivas de mercado que tiene la patronal de las gestoras.
La incertidumbre regulatoria en torno a las sicav ha generado una reducción de 783 sociedades en el número de entidades registradas desde su máximo en 2015, momento en el que PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos introdujeron a la vez en sus respectivos programas electorales propuestas para reformarlas. En 2019, se han dado de baja hasta 137 sicav, según el Informe 2019 y Perspectivas 2020 que ha elaborado Inverco, con datos de la CNMV. La asociación del sector augura que su patrimonio se estabilice este año en los 29.300 millones de euros, pero será el previsible empuje del mercado el que compense la progresiva pérdida de sicav.
Como ha publicado Bolsamanía, un 75% de las sicav corre peligro tras el cerco del nuevo Gobierno de coalición, al tener menos de 150 accionistas y superar por poco el mínimo legal requerido, que son 100 accionistas. PSOE y Unidas Podemos persiguen acabar con la práctica común de los ‘mariachis u hombres de paja’, que sirven de relleno a las sociedades de un solo inversor o un único grupo familiar. Las entidades ya están barajando distintas alternativas para proteger ese dinero, con la sociedad anónima y la sicav luxemburguesa como principales vías de escape. Para poner ese dinero a buen recaudo, los ricos tendrán que gastarse entre 10.000 y 32.000 euros como mínimo, según la opción B escogida.
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Según Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, en el sector no quieren para las sicav “ni más ni menos requisitos que otros países de la Unión Europea”, simplemente que las dejen como están. En todo caso, advierte el máximo responsable de la patronal, “las sicav no van a desaparecer, sino que serán las españolas las que lo harán, ya que el negocio se deslocalizará a entidades radicadas en otros países europeos”, lo que conllevará una merma laboral en gestoras, bancos depositarios, auditores y abogados locales.
LOS FONDOS SUBIRÁN UN 3%, MENOS DE LA MITAD QUE EN 2019
En sus previsiones para 2020, Inverco se muestra “positiva pero prudente” respecto a la evolución de los fondos de inversión, los planes de pensiones y las sicav. De base, estima que los fondos suban un 3% en media ponderada, menos de la mitad de lo que han hecho en 2019, ejercicio que han cerrado con una revalorización del 7,3%, la más alta de la serie histórica.
La asociación augura un crecimiento patrimonial del 6,6% en los fondos españoles, hasta los 294.700 millones; del 6,7% en los fondos extranjeros, hasta los 208.000 millones, y del 3,1% en el conjunto de los sistemas de pensiones, hasta los 120.000 millones. Los planes individuales crecerían un 3,9%, hasta los 83.000 millones, y los planes de empleo un 1,1%, hasta los 36.100 millones.
Preguntados por la concentración forzosa que ha empezado a vivir el sector de los fondos, presionado por la regulación europea postcrisis de MiFID II y los bajos tipos de interés, la patronal de las gestoras prevé que sigan sucediéndose operaciones corporativas o acuerdos de colaboración entre entidades. “Este es un sector dinámico, tiene presente y futuro, con los activos bajo gestión en crecimiento. Hay entidades dispuestas a invertir en él y se seguirá buscando la generación de sinergias”, cree Martínez-Aldama. Sin embargo, esta concentración puede tener un efecto indeseado: “si hay jugadores más grandes y cada vez menos jugadores pequeños, la oferta de productos diferenciados se reducirá”, lo que pondrá en un brete al inversor final, falto de oportunidades de inversión.
