Claves para que los inversores mantengan la calma y ganen pese a la guerra de Ucrania

Es vital evitar precipitarse para invertir con éxito en una situación de crisis

La guerra de Ucrania ha sembrado los mercados de incertidumbre. ¿Es buen momento para invertir? ¿Dónde es más seguro meter el dinero en momentos como el actual? Las dudas asaltan a los inversores, que buscan desesperados cualquier consejo que les ayude a tomar las decisiones adecuadas para posicionar sus carteras. Desde Schroders desvelan una serie de claves para que los inversores no se precipiten y, desde la calma, inviertan con atino en una situación de crisis como la provocada por la invasión rusa.

"La guerra en Ucrania nos ha conmocionado a todos como individuos y también a los mercados bursátiles a nivel global. Sin embargo, en mitad de toda esta incertidumbre, los inversores deberían intentar evitar tomar decisiones precipitadas", dice Duncan Lamont, responsable de investigación y análisis de Schroders. Este experto señala que hay una serie de datos que pueden ayudar a "mantener la cabeza fría" en un escenario como el actual para invertir con éxito. Son los siguientes:

1. Invertir en bolsa es arriesgado a corto plazo, pero a largo plazo no tanto

"Basándonos en casi 100 años de datos sobre el comportamiento de la bolsa americana descubrimos que, si se invirtiera solo durante un mes, se perdería capital el 40% de las veces en términos ajustados a la inflación, es decir, en 460 de los 1.153 meses de nuestro análisis. Sin embargo, si se hubiera mantenido la inversión durante más tiempo, el resultado hubiera sido más positivo".

Lamont apunta que por ejemplo, en un plazo de 12 meses, "se habría perdido dinero algo menos del 30% de las veces", dejando claro que un año "sigue siendo corto plazo cuando se trata del mercado de valores". En cambio, apunta, en un horizonte de cinco años, esa cifra se reduce al 23%, y a 10 años es del 14%. "Y no ha habido ningún periodo de 20 años en nuestro análisis en el que la bolsa haya sufrido pérdidas en términos ajustados a la inflación", destaca.

Aunque el estratega de Schroders reconoce que "no puede descartarse por completo la posibilidad de perder dinero a largo plazo" en bolsa, lo cierto es que es "un hecho muy poco frecuente". En cambio, "aunque el efectivo pueda parecer más seguro, las posibilidades de que su valor se vea disminuido por la inflación son mucho mayores".

Y para todos aquellos que estén pensando que quizá sea mejor guardar el dinero en efectivo 'bajo el colchón', Lamont recuerda que "la última vez que el efectivo batió a la inflación en un periodo de cinco años fue de febrero de 2006 a febrero de 2011 y, de momento, no creemos que esta tendencia vaya a cambiar".

Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.

2. Caídas de más del 10% se registran en la mayoría de los años, pero la rentabilidad a largo plazo ha sido sólida

Un 10% "puede parecer una gran caída, pero en realidad es algo habitual", apunta el experto de la gestora británica. De hecho, señala que el mercado estadounidense ha registrado caídas de al menos un 10% en 28 de los últimos 50 años naturales, es decir, en la mayoría de los años. "En la última década, esto incluye 2012, 2015, 2016, 2018 y 2020", afirma.

Pero es importante recordar que "a pesar de estos baches del camino, la bolsa estadounidense se ha revalorizado de media un 11% anual durante este periodo de 50 años". Según Lamont, "en bolsa el inversor debe exponerse al riesgo a corto plazo para obtener rentabilidades a largo".

3. Vender tras una gran caída podría costarle la jubilación a un inversor

Tal y como explica el analista de Schroders, "a pesar de que el mercado no ha caído en exceso hasta ahora, no se puede descartar que haya más volatilidad y riesgo de pérdidas". Y si eso ocurre, "puede resultar tentador vender las acciones y refugiarse en el efectivo".

Sin embargo, los análisis de la gestora indican que, históricamente, esa habría sido "la peor decisión financiera que podría haber tomado un inversor". Sobre todo porque "hacerlo garantiza que se tardaría mucho tiempo en recuperar las pérdidas".

Por ejemplo, dice Lamont, "los inversores que se pasaron al efectivo en 1929, tras la primera caída del 25% de la Gran Depresión, habrían tenido que esperar hasta 1963 para volver a recuperar el mismo valor que tenía su dinero. En cambio, si hubieran permanecido invertidos, lo habrían logrado a principios de 1945".

Además, indica que el mercado de valores "acabó cayendo más de un 80% durante esta crisis", por lo que el cambio a dinero en efectivo "podría haber evitado las peores pérdidas durante el desplome, pero aun así resultó ser, con mucho, la peor estrategia a largo plazo".

"Del mismo modo, los inversores que se decantaron por el efectivo en 2001, tras el desplome del 25% registrado en la crisis de las puntocom, pueden comprobar que, a día de hoy, su cartera aún sigue sin haberse recuperado por completo de las pérdidas", explica el estratega, que resume así la situación: "Salir del mercado y refugiarse en el efectivo tras una gran caída ha sido negativo para la rentabilidad de la cartera en el largo plazo".

4. Los momentos de mayor incertidumbre han sido mejor de lo esperado para la bolsa

Por otro lado, destaca que la escalada de las tensiones entre Rusia y Ucrania "ha hecho subir recientemente el índice VIX, el 'indicador del miedo' del mercado bursátil". El VIX es una medida de la cantidad de volatilidad que los operadores esperan para el índice estadounidense S&P 500 durante los próximos 30 días.

Durante los últimos días ha subido hasta un nivel de 32, muy por encima de su media desde 1990, de 19, y muy por encima de su nivel de principios de año, de 17. "No es difícil imaginar un escenario en el que se mueva aún más alto en los próximos días a medida que los acontecimientos continúan desarrollándose", indica Lamont.

Sin embargo, "en lugar de ser un momento para vender, históricamente, los periodos de mayor volatilidad e incertidumbre han sido cuando los inversores más arriesgados han obtenido mejores rentabilidades". De hecho, explica este experto, de media el S&P 500 ha generado una rentabilidad promedio en 12 meses de más del 15% si el VIX se situaba entre 28,7 y 33,5. Y más del 26% si superaba el 33,5.

"Como ocurre con todas las inversiones, el pasado no es necesariamente una guía para el futuro, pero la historia sugiere que los periodos de mayor temor, como el que estamos viviendo actualmente, han sido mejores para la inversión en bolsa de lo que cabría esperar", concluye el analista de Schroders.

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