Las colas en los centros de salud de toda España se repiten a cualquier hora del día debido, principalmente, a la saturación de la atención primaria y el aumento descontrolado de casos positivos por coronavirus.
Madrid es una de las comunidades más afectadas por esta situación. Los ciudadanos tienen que ir de forma presencial a los mismos centros de salud, donde quieren la confirmación de un positivo detectado con los test de diagnóstico rápido, los que se venden en la farmacia, con una PCR e iniciar el rastreo, pero es imposible, dado que el servicio se encuentra colapsado.
Las líneas telefónicas y los servicios de autocita están saturados, mientras que en los centros sanitarios no existe una diferenciación de salas entre quienes van por un posible positivo y quienes acuden por otros motivos.
POCAS MASCARILLAS Y TESTS A LA VENTA POR EL DESABASTECIMIENTO
La crisis de suministros que padece Europa desde hace meses no remite y los productos que sirven en la lucha contra la pandemia la sufren, con una subida de sus precios, debido a la alta demanda existente al estar en fechas cercanas a la Navidad.
Muchos son los ciudadanos que optan por autodiagnosticarse ante la falta de citas en los médicos de cabecera y los centros de salud, por ello deciden comprar los test de antígenos en las farmacias, una tarea algo difícil en los últimos días.
En nuestros país son numerosos los fabricantes de este tipo de productos, pero para cubrir toda la demanda existente, se recurre al mercado asiático, que está saturado.
Los retrasos son significativos y una empresa puede llegar a esperar hasta 80 días para recibir algún cargamento de mascarillas, test de antígenos o geles hidroalcohólicos. Los efectos de la falta de contenedores, la saturación de los puertos (tanto de entrada como de salida de mercancía), y la falta de materias primas básicas, con un alto coste del transporte de mercancías por el aire, se hacen notar desde hace meses.
DOSIS DE REFUERZO PARA LOS ADULTOS MAYORES DE 40 AÑOS
La Comisión de Salud Pública ha aprobado este jueves la dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus para las personas de entre 40 y 59 años. Se inyectará de mayor a menor edad y al cumplirse los seis meses de la última vacunación.
Asimismo, la Comisión ha aprobado una dosis de refuerzo para los vacunados con AstraZeneca, con especial interés en los trabajadores esenciales, incluyendo efectivos del cuerpo de bomberos y policía. En este caso, la dosis se administrará tres meses después de la última inyección
