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La agencia S&P ha avisado que Estados Unidos se encuentra en estos momentos en una posición de mayor debilidad que cuando rebajó su calificación crediticia soberana en 2011.

"La posición externa es casi la misma, pero creo que la gobernabilidad se ha debilitado y la fractura de los entornos políticos es mucho peor, y eso ha llevado a cierres gubernamentales, ha llevado a temores de que el gobierno pueda incumplir con su deuda debido al techo de la deuda, y ha llevado a un golpe de estado fallido el 6 enero 2021", ha explicado John Chambers, ex presidente de la calificadora, en declaraciones a 'CNBC'.

En este sentido, cabe recordar que S&P rebajó la calificación crediticia a largo plazo de EEUU de 'AAA', que representa una calificación "libre de riesgo", a 'AA+' en 2011, como consecuencia de la polarización política después de otra disputa sobre el techo de la deuda en Washington.

La principal economía del mundo se enfrenta a la posibilidad de un cierre del Gobierno si demócratas y republicanos no logran un acuerdo financiación antes del inicio del Año Fiscal 2024, que tendrá lugar el 1 de octubre.

Los mayores incovenientes llegan desde el Partido Republicano, donde el Freedom Caucus de la Cámara, ha estancado las negociaciones al exigir recortes de gastos internos más pronunciados.

"El Freedom Caucus de la Cámara no quiere que apruebe un proyecto de ley de financiación a corto plazo y tampoco quiere que apruebe un proyecto de ley ómnibus basado en los niveles de financiación ya acordados; y no hay suficiente tiempo - o consenso entre los republicanos de la Cámara - para renegociar los niveles de financiación", ha afirmado Libby Cantrill, responsable de políticas públicas de Pimco.

Pero S&P no ha sido la única que ha lanzado la voz de alarma. Moody's también ha advertido sobre el impacto que tendría otro cierre del Gobierno en la economía estadounidense y en su calificación crediticia, al ser "un evento de crédito negativo" para el rating soberano de EEUU.

"Si bien los pagos del servicio de la deuda pública no se verían afectados y es poco probable que un cierre de corta duración perturbe la economía, subrayaría la debilidad de la fortaleza institucional y de gobernanza de Estados Unidos en relación con otros gobiernos con calificación 'AAA' que hemos destacado en los últimos años", han subrayado los expertos de la agencia.

En agosto, Fitch ya rebajó la calificación de EEUU de 'AAA' a 'AA+' por el "deterioro fiscal previsto para los próximos tres años", por la erosión de la gobernanza y por la creciente carga de la deuda general. Según indicó Fitch, "los repetidos enfrentamientos políticos por el límite de la deuda y las resoluciones de última hora han erosionado la confianza en la gestión fiscal" del país.

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