"Los precios del petróleo subirán a números inimaginablemente altos que no hemos visto en nuestras vidas”. Estas han sido las palabras de Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí, para advertir de la escalada de las tensiones geopolíticas en el Golfo Pérsico. "Si el mundo no toma una acción firme y contundente para disuadir a Irán, veremos una escala que amenazará los intereses mundiales", apuntó en la CBS durante este fin de semana.
Bin Salman aclaró que prefería una solución política a una militar. Esto ha disuadido el temor de los inversores a un desplome de la producción y el petróleo reacciona este lunes con caídas que superan el 1,5%. A estas horas, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cae un 1,7 y baja de los 60 dólares. Por su parte, el West Texas se deja un 1,75% para situarse en el entorno de los 54 dólares.
Los inversores también han decidido deshacer posiciones después de conocer los últimos datos macroeconómicos publicados en China. El país asiático ha presentado el PMI manufacturero de septiembre que, aunque ha sido mejor de lo esperado al situarse en los 49,8 puntos, se ha quedado por debajo de los 50 puntos, la barrera que determina si hay expansión o contracción.
FITCH REBAJA LA CALIFICACIÓN DE ARABIA SAUDÍ
Fitch ha revisado a la baja el 'rating' de Arabia Saudí hasta 'A' (un escalón menos), por la exposición de sus infraestructuras petroleras a ataques externos, como se demostró hace dos semanas con una ofensiva con drones que redujeron a la mitad su producción de crudo. La agencia de calificación crediticia también ha tomado esta decisión por el deterioro de su balance fiscal.
"Creemos que existen más riesgos de ataques a Arabia Saudí, lo que podría resultar en un daño económico", ha asegurado el analista de Fitch Krisjanis Krustins. En su informe se apunta a la vulnerabilidad del país de Oriente Medio a una escalada de tensiones geopolíticas, debido a su posición de política exterior.
