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Petróleo.

El derrumbe que está viviendo el petróleo en este arranque del año- con caídas del 17% para el Brent y el West Texas- ha llevado a los analistas a pasar de estimar niveles de 60 dólares para el barril Brent a hablar de precios de 40 dólares. El quid de la cuestión, después de que esta misma semana se haya perdido el nivel de los 56 dólares, es que los precios aguanten por encima de los 50 dólares. De lo contrario, ya no habría freno para el Brent hasta niveles de 44 dólares. Y, de ahí, para abajo.

El barril Brent cerró 2019 con su mayor subida anual desde 2016. Las cosas entre China y Estados Unidos mejoraban y la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) estuvo al quite durante todo el año pasado, especialmente teniendo en cuenta que se estrenaba en bolsa la petrolera saudí Aramco y se querían evitar sustos. Pero el año ha comenzado con en coronavirus, un 'cisne negro' tan inesperado que la OPEP ha tenido que adelantar su reunión, prevista para marzo, a esta misma semana para intentar frenar el derrumbe del crudo debido al deterioro de la demanda.

"China, la segunda economía del mundo, está en el centro de la crisis (sanitaria). Es un gran importador de productos básicos como el cobre y el petróleo, y ambos mercados han sufrido grandes pérdidas recientemente", explica David Madden, analista de CMC Markets. El consumo en China se ha reducido en cerca de 3 millones de barriles al día, equivalentes al 20% del consumo total, por el efecto de las cuarentenas establecidas en muchas ciudades del país y la anulación de muchos vuelos

El problema es que, lo que se creía que era un golpe puntual -el del coronavirus- ahora se ve como una destrucción de la demanda, con su impacto consiguiente. "Este tipo de 'shock' en la demanda del petróleo no se ha visto en más de una década", advierte Neil Wilson, director de análisis de Markets.com.

Se especula con que la OPEP+ (la OPEP y el resto de grandes productores, empezando por Rusia) añadirá 500.000 barriles a los recortes diarios actuales de 1,8 millones de barriles, pero los expertos no tienen nada claro que su actuación tenga impacto en un contexto de mercado tan complicado.

"Demasiada incertidumbre para ver todavía un giro en el petróleo", apunta Wilson. "El potencial alcista (del petróleo) podría seguir siendo limitado dadas las incertidumbres sobre la magnitud del 'shock' en la demanda futura", añade al respecto Ipek Ozkardeskaya, experto de Swissquote Bank.

Los analistas insisten en la necesidad de que los 50 dolares del Brent aguanten. Si no lo hacen, el movimiento hacia los 40 se prevé rápido. "Sin embargo, los 50 son un soporte sólido y sería necesario ver una rotura consistente de este nivel antes de proyectar una caída mayor", explica Neil Wilson.

LA IMPORTANCIA DE LA DURACIÓN DEL BROTE

La agencia Fitch precisa que el excedente de producción de crudo, consecuencia del deterioro de la demanda, puede contenerse de dos formas: por la propia actuación de la OPEP y en función de la duración del brote de coronavirus. Cuanto más dure la crisis sanitaria mayor será el excedente de producción y más difícil será equilibrar el mercado en un momento dado.

Toda esta situación lleva a la agencia de calificación a prever un 2020 en el que los precios del crudo se comportarán de forma "muy volátil, con tensiones geopolíticas y el sentimiento económico como impulsores clave".

"Los precios del petróleo han estado bajo presión desde el comienzo del brote de coronavirus, con el crudo Brent cayendo desde niveles cercanos a los 70 dólares hasta por debajo del nivel clave de 56 dólares. Un escenario de precios del crudo materialmente más bajo de lo que suponíamos y con un sentimiento de mercado más débil traería más dificultades para compañías de gas y petróleo con calificación 'B' para acceder a los mercados de capital, lo que podría dar lugar a una mayor tasa de impagos en el sector", advierten desde la agencia.

¿REACCIÓN EXAGERADA?

Frente al pesimismo -cosiderablemente generalizado-, Norbert Rücker, jefe de Economía de Julius Baer, cree que la reacción respecto al impacto del coronavirus en el crudo está siendo "exagerada". Insiste también en la cuestión de la duración de la epidemia y reconoce que, actualmente, todo se basa, en gran medida, en conjeturas.

"Esta semana debería proporcionar más claridad sobre la gravedad de la epidemia ya que han pasado dos semanas desde que el brote se propagó. Las repercusiones en la demanda de petróleo de China siguen siendo esquivas. Nuestros economistas han recortado las perspectivas de crecimiento (de China), pero el efecto en la demanda de petróleo parece compensado por el bloqueo temporal de las exportaciones en Libia. Sentimos que estamos ante una reacción exagerada respecto a las caídas del crudo ya que los niveles de precios actuales anticipan un impacto económico severo y duradero", afirma Rücker. "El pico de incertidumbre sobre la epidemia y su impacto económico debería superarse en breve", concluye.

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