En vilo. Así está Telefónica tras el inesperado estallido de la guerra del fútbol en Europa. El anuncio de una Superliga por parte de doce de los principales clubes de fútbol del Viejo Continente, un proyecto liderado por el Real Madrid de Florentino Pérez, ha provocado un terremoto de consecuencias imprevisibles, que podría dejar como víctima colateral a la operadora de telecomunicaciones.
El balón ya corre por el parqué: la Superliga europea se está disputando en bolsa. La competición, con Florentino Pérez como presidente, no solo ha sido rechazada por LaLiga, la UEFA y la FIFA, sino también por dos de los clubes más potentes del Viejo Continente, y uno de ellos cotiza en bolsa.
Las principales tabaqueras mundiales se están desplomando en bolsa después de que se haya conocido la intención del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de endurecer la legislación actual para reducir la cantidad de nicotina en cada cigarrillo.
Wall Street ha cerrado el lunes en rojo con el Nasdaq a la cabeza (Dow Jones -0,35%; S&P 500 -0,52%; Nasdaq -0,98%) tras los máximos históricos marcados el pasado viernes por el Dow Jones y el S&P 500. El principal indicador mundial avanza aproximadamente un 11% en lo que va de año, lo que indica la apuesta de los inversores por la renta variable americana.
