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Una plataforma de gas y petróleo frente a la costa de LibiaAntonio Sempere - Europa Press - Archivo

El petróleo suma varias semanas al alza, aunque los precios todavía no han tocado techo, o así lo ven los analistas de Bank of America (BofA), que predicen una continuidad de la tendencia alcista para el crudo hasta alcanzar los 95 dólares por barril este verano, y advierten de que este encarecimiento "complicará los planes de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) para bajar tipos".

"Aumentamos las previsiones de crudo Brent y WTI para 2024 a 86 y 81 dólares por barril, y vemos que los precios alcanzarán un máximo de unos 95 dólares por barril este verano", señala Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de BofA.

Estas subidas en el crudo se producen después de que los precios al contado de las materias primas alcanzaran su nivel más bajo en dos años a principios de este curso, "proporcionando un alivio inflacionista muy necesario para los consumidores mundiales".

Sin embargo, detalla Blanch, "los bajos inventarios en todo el complejo petrolero, los recortes de producción de la OPEP+, las tensiones geopolíticas y las sólidas cifras de crecimiento económico han invertido la tendencia de los precios y ahora apuntan a una temporada de tráfico veraniego más ajustada de lo previsto".

"Los datos clave muestran que se avecina un incipiente repunte cíclico, justo cuando la Reserva Federal y el BCE están a punto de empezar a recortar los tipos. Por otra parte, el aumento de los precios de los carburantes repercute en el IPC general, ya que la subida de la gasolina alimenta la inflación concurrente y la inflación implícita a 10 años. Dado que la inflación de los servicios parece especialmente rígida, una escalada de los precios del petróleo podría limitar aún más la capacidad de los bancos centrales para ofrecer estímulos", agrega.

De este modo, "el petróleo vuelve a luchar contra la Reserva Federal", lo que hace que el 'oro negro' cobre cada vez más protagonismo para los inversores, y es que "los mercados de tipos miran de reojo la subida del petróleo, a pesar de las expectativas alcistas de inflación y crecimiento del PIB".

No obstante, el abaratamiento de los precios de la electricidad "ha supuesto cierto alivio" para las presiones inflacionistas, unido a una "economía china exportadora de deflación", mientras que "la amplia capacidad de producción de crudo sobrante en la OPEP+ ha aliviado las preocupaciones".

Sin embargo, "el aumento de las tensiones con Irán, Rusia o Venezuela, junto con la ralentización de la producción estadounidense de petróleo de esquisto, podría afianzar el control de los países del Consejo de Cooperación del Golfo sobre el mercado del crudo".

"La agitación geopolítica también ha impulsado la demanda de petróleo a través del alargamiento de las rutas comerciales y ha afectado a la oferta al reducir la capacidad de refino por los ataques a las infraestructuras energéticas rusas", destaca el analista.

EL PAPEL DE LA OPEP+

Las futuras decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, marcarán sin duda el devenir de los precios del crudo. La última decisión del cártel este mismo mes ha sido la de mantener los recortes voluntarios anunciados un año atrás, y la próxima reunión del organismo tendrá lugar el 4 de junio, en la que los países integrantes volverán a revisar su estrategia de producción conjunta.

Según el criterio de Blanch, "con el aumento de las tensiones en Oriente Medio, las medidas de la OPEP+ por el lado de la oferta han reducido la volatilidad del crudo a su nivel más bajo en años y han animado a los alcistas de los CTA a apostar por el petróleo".

"En un contexto complejo, estimamos ahora que la mejora de las expectativas de crecimiento económico contribuirá a que los mercados mundiales del petróleo registren un déficit en el segundo y tercer trimestre de unos 450.000 barriles por día", pronostica.

Este desfase previsto entre oferta y demanda ha llevado a la firma a elevar su pronóstico sobre el precio del crudo, aunque cree que después de alcanzar su techo en el verano podría vivir un periodo de caídas.

"El firme crecimiento de la oferta procedente de América en 2025 sugiere que los precios del petróleo a largo plazo deberían permanecer anclados. Así pues, mantenemos sin cambios nuestras previsiones para el próximo año, aunque admitimos que la limitación de las inversiones de capital crea algunos riesgos al alza para los precios del petróleo a medio plazo", concluye Branch.

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