European Central Bank (ECB) president Mario Draghi

El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido los tipos sin cambios y ha anunciado que "permanecerán en estos niveles o más bajos al menos hasta la primera mitad de 2020”, un pequeño pero sustancial cambio respecto al mes de junio, cuando el instituto emisor decidió extender su guía a futuro en las tasas de finales de 2019 a la primera mitad del año próximo. El banco central ha introducido, así, la posibilidad de una rebaja de tipos en los próximos meses.

El BCE ha mantenido el tipo de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,40% y la de facilidad de préstamo en el 0,25%. Sin embargo, en la que ha sido su tercera modificación de su orientación a futuro de los mercados ha cambiado su pronóstico con respecto a los tipos de interés y ha dejado la puerta abierta a futuros recortes. "No hemos discutido el volumen de las rebajas", ha declarado Mario Draghi en la rueda de prensa posterior.

No obstante, algunos analistas señalan que la decisión de este mes ha dejado con als ganas a aquellos que esperaban mayor claridad en los estímulos. Hasta se había especulado con que se marcaría el camino para una rebaja de 10 puntos básicos el mes próximo. No ha sido así ya que simplemente se ha reconocido que los tipos negativos no son un problema, pero no queda claro hasta dónde está dispuesto a llegar el Consejo de Gobierno del instituto emisor.

"El BCE sigue siendo obstinadamente estoico y no está a la altura de las expectativas del mercado", señalan los expertos de Wisdom Tree. "Decidió dejar la tasa de depósito sin cambios en -0.40%, pero prepara el escenario para un recorte de tasas en su reunión de septiembre", añaden.

Mucho más importante, el banco central ha declarado que ha encomendado a "comités relevantes" del Eurosistema examinar opciones para cumplir los objetivos, como segmentar la tasa de facilidad de depósito y reanudar las compras de activos. La nueva ronda de estímulos aprobada por el presidente del BCE también indica que es necesaria una postura "más acomodaticia" durante un periodo prolongado de tiempo. Estos grupos de expertos "tendrán conclusiones cuando el banco publique sus proyecciones macroeconómicas en septiembre", ha dicho Draghi. "Si llegamos a unos tipos demasiado bajos, los depósitos escalonados se introducirán para mitigar sus efectos", ha agregado el banquero central.

"La publicación de estas palabras ha hecho soñar al mercado con la posibilidad de un nuevo paquete de estímulos a la vuelta del verano, lo que ha penalizado al euro frente a sus principales rivales, pero ha provocado un repunte en los mercados bursátiles de la región", señala Aitor Méndez de IG Markets.

"Si el pronóstico a medio plazo sigue bajando, el Consejo de Gobierno está determinado a actuar, en línea con su objetivo de simetría en el objetivo de inflación", ha añadido. Por tanto, el BCE ha subrayado que "está listo" para ajustar todos sus instrumentos para asegurarse que la inflación llega al objetivo del 2% "de manera sostenible".

En cuanto a qué será primero: recortes de tipos o un nuevo 'QE', el banquero central ya explicado que "no tenemos un orden premeditado y lo hemos decidido así de forma deliberada porque cuando decimos que todas las herramientas están sobre la mesa no queremos decantarnos por ninguna de ellas".

Asimismo, el banco central ha señalado que "tiene intención de seguir reinvirtiendo, al completo, los pagos principales de la deuda que venza bajo el programa de compra de activos por un periodo de tiempo prolongado hasta después de que empiecen a subir los tipos de interés", ha añadido.

CRECIMIENTO DEL PIB

El producto interior bruto (PIB) de la zona euro registró una expansión anual del 1,2% en el primer trimestre de 2019, la misma cifra que en el trimestre precedente, de acuerdo a los últimos datos publicados por Eurostat, la oficina comunitaria de estadística.

Por otro lado, la tasa de inflación interanual de la zona euro repuntó hasta el 1,3% en junio, una décima más que el mes precedente, debido al mayor alza de los servicios y de los alimentos frescos.

De la misma forma, la tasa de inflación subyacente de los países que han adoptado el euro como moneda común, que es el resultado de excluir del cálculo la evolución de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, escaló en el sexto mes del año hasta el 1,1%, tres décimas más que en mayo.

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