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La fortaleza de la inflación subyacente en EEUU, en contraste con los datos cada vez más pesimistas que llegan desde Europa y el optimismo en torno a las negociaciones entre China y EEUU mantienen al dólar fuertemente apuntalado contra el euro. La moneda comunitaria ha tocado mínimos de tres meses este jueves, en los 1,1250 dólares y batalla contra numerosas presiones bajistas, según los expertos.

Los riesgos se apilan en el desempeño de la divisa comunitaria, que se negocia por debajo del importante nivel psicológico de los 1,13 dólares. Rebotes aparte, "todo hace pensar que se va a atacar la zona de soporte que presenta en los mínimos de 2018 en los 1,1214 dólares", señala José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.

Pero además de las razones técnicas, el sentimiento de mercado se ha vuelto favorable al dólar. Para empezar, por la buena marcha de las negociaciones entre China y EEUU, que insufla aire al 'billete verde'. El mismo secretario del Tesoro estadounidense, Stephen Mnuchin, ha dicho que espera grandes avances de las conversaciones que se celebran en Pekín esta semana.

Por otra parte, el mercado ha ido virando su postura de inicios de este 2019, cuando vapuleó al dólar después de la cautela exhibida por la Reserva Federal de EEUU (Fed) hacia las subidas de tipos. Sin embargo, la evolución de la economía sugiere que el banco central tendrá que mantenerse atento a las presiones sobre los precios, incluso cuando se enfrenta a peligros potenciales para el crecimiento del país.

EL FRACASO EN EL PRESUPUESTO DE SÁNCHEZ PESA EN EL EURO

Además, el reciente impulso a la baja del euro ha sido causado principalmente por la evidencia de que la debilidad económica de la Eurozona es más aguda de lo que se esperaba. "Esta evidencia se ha confirmado este jueves, cuando se ha publicado que Alemania evitó por la mínima entrar en recesión la segunda mitad del año pasado", indican los expertos de MUFG Bank.

Para estos analistas, la reciente inapetencia por el euro en los mercados obedece también al incremento de la inestabilidad política en España. El rechazo de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la casi certeza de un adelanto electoral ha añadido leña al fuego bajista de la divisa. "Serán las cuartas elecciones generales en ocho años, lo que saca a relucir la altísima incertidumbre institucional en la cuarta potencia de la Eurozona", destacan los expertos del banco nipón.

A este panorama se añade el incremento de la ultraderecha de Vox, prosiguen estos analistas, que podrían hacerse con el 11% de los votos en los comicios. "Esta incertidumbre política adicional no es en absoluto bienvenida por los inversores en este momento", comentan, aunque también indican que no esperan que los efectos de este mal momento en España tenga "efectos duraderos".

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