El euro no ha podido con el rally del dólar, que lleva unas jornadas siendo la más destacada de las monedas del G10, ni con el pesimismo que crece a marchas forzadas alrededor de la economía alemana. El resultado de la encuesta Ifo del miércoles ha dado el golpe de gracia que le faltaba a la divisa para romper sus recientes mínimos y precipitarse hasta precios no vistos en 23 meses que no deja de ampliar. Los analistas afirman que el mercado ya descuenta un Banco Central Europeo (BCE) aún más acomodaticio.
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La ralentización de la locomotora de Europa, unida a la pérdida de la confianza empresarial en el país germano debido a que las tensiones comerciales obstaculizan a sus exportaciones, ponen aún más en guardia el banco central y para Stephen Innes, analista de SPI Asset Management, esto significa "que se mantendrá el entorno de tipos bajos por tiempo indefinido".
"El dato disparó el desasosiego sobre la salud de la economía en la Eurozona y, a pesar de que el euro aguantó inicialmente el envite, las ventas acabaron por acelerarse", explican por su parte los expertos de Sucden, hasta los 1,1135 dólares. Entre las causas se halla también la caída de la rentabilidad del bono a 10 años en territorio negativo.
Por otra parte, el dólar acumula ganancias en las últimas sesiones y ya el martes se disparó a un máximo de 22 meses en el índice que mide su desempeño contra una cesta de divisas rivales, hito que ha ampliado hasta su mejor nivel de 23 meses en los 98,189 puntos, lo que añade presión a la divisa única. "La fortaleza del dólar del miércoles se ha visto exacerbada por la debilidad de la mayoría de sus rivales, especialmente la vulnerabilidad del yen", indican los expertos de Mizuho.
El euro cotiza en 1,1117 dólares, precios no vistos desde el 20 de junio de 2017, y su aspecto técnico hace pensar a José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, que puede ir "a por el 'gap' de los 1,0725 dólares". "En el gráfico semanal adjunto del euro contra el dólar se puede observar cómo éste continúa desplazándose dentro de un amplio movimiento lateral, con cierto sesgo a la baja", agrega el experto.
Los analistas avisan que la siguiente prueba de fuego para la divisa llegará con la publicación de los datos del PIB de EEUU. "La economía estadounidense muetra un marcado contraste con lo que Europa está experimentando en la actualidad", explica Lukman Otunuga, analista de FXTM. "Esta divergencia está brindando apoyo al billete verde que podría ver su empuje renovado si la economía de la primera potencia mundial supera las expectativas del mercado de un avance del 2,2% el viernes", agrega. "Sin embargo, es probable que el apetito por el dólar se vea afectado si los datos del PIB no cumplen con las expectativas", avisa el experto.
