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La historia que dejan los mercados emergentes en 2019 se repite en casi todos los países y en sus divisas. Mayor sensibilidad al riesgo, crecimiento más lento, -con alarmas en India y Sudáfrica, cuyos PIBs han caído a mínimos históricos- un ciclo de relajación más arraigado y riesgos políticos idiosincrásicos han sido constantes en casi todas las economías. El impacto de la guerra comercial, excepto en algunas regiones como China, sin embargo, se ha visto limitado, mientras el mayor obstáculo lo ha presentado la fortaleza del dólar de EEUU. Pero este panorama cambiará en 2020 y los países en desarrollo presentarán interesantes oportunidades.

Los expertos apuestan por una ralentización de la economía estadounidense a lo largo de este año, lo que contribuirá a la estabilización de los diferenciales de crecimiento entre los mercados emergentes y la primera potencia mundial. Además, la mayoría de firmas de inversión abren posicionas cortas en el dólar ya que esperan una gradual devaluación del ‘billete verde’ en los próximos doce meses por la disminución de las amenazas comerciales y del apetito de esta moneda como valor refugio. A esto hay que añadir que el “mercado de divisas en estos países está bastante infravalorado en mayor parte debido a la incertidumbre comercial”, avisa Vasileios Gkionakis, estratega jefe de Lombard Odier.

Este panorama espolea el optimismo de la mayoría de casas de análisis por las monedas de los países en desarrollo que, salvo algunas excepciones como la lira turca, presentan un interesante potencial de subida de ahora hasta diciembre. “Los rebotes en esta moneda y del rand sudafricano dependerán de la eliminación del riesgo doméstico y de la debilidad general del dólar”, avisan los expertos de Morex Europe, para quienes el rublo, la rupia india y el real brasileño “serán las monedas emergentes com mejores rendimientos este año”.

Gkionakis, por su parte, se mantiene optimista en el recorrido de los países asiáticos con un rendimiento medio – formado por el yuan y el ringgit – en los próximos 12 meses, “suponiendo que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se calmen progresivamente”. Los expertos de Monex también ponen el acento en la evolución de las relaciones entre las dos primeras potencias mundiales antes de las elecciones de EEUU, a la par que en la economía China, que “sigue afrontando vientos en contra”. Pero hay lugar para el optimismo, ya que se prevé un “aumento de la demanda externa y mayor fortaleza del yuan a medida se limen las asperezas entre Washington y Pekín”.

Los analistas de la firma británica especializada en divisas esperan que la divisa asiática vuelva a niveles por debajo de los 7,00 yuanes por dólar y se mantenga la tendencia alcista “por una mejora del apetito por el riesgo y un rebote en las condiciones de crecimiento global”. Su previsión es que hacia finales de 2020, el renminbi se cambie de manos en 6,80 yuanes por dólar, una predicción en la que coincide Gkionakis, lo que supone un incremento del 3% desde sus niveles actuales.

Para este experto, el ringgit parece poseer los elementos adecuados para ser capaz de obtener un rendimiento sólido en el corto plazo. En primer lugar, Malasia sigue siendo un país con superávit externo y tanto su balance actual, como su PIB han mejorado con respecto al año pasado. "Entre los países asiáticos de bajo rendimiento incluimos el dólar taiwanés y el Baht tailandés, con los que somos optimistas, y el Won Coreano, con el que nos mantenemos ligeramente positivos", agrega. Además, dado que los fundamentales macroeconómicos de Indonesia han sido bastante estables, esperamos que la rupia indonesia responda bien a la combinación las buenas noticias sobre el comercio global y la demanda del mercado intra-emergente. En cambio, con la rupia india, pese a que se espera que el crecimiento del país se recupere debido a la flexibilización fiscal y monetaria, nos mostramos cautelosos” asegura Gkionakis.

El analista de Lombard Odier también se fija en las divisas de América Latina, donde el peso mexicano es su “elección favorita” porque “tiene unos pilares sólidos”. Avisa de que la divisa azteca está infravalorada en un 8%. En cuanto al real brasileño, una de las monedas más decepcionantes en 2019, calcula que se halla un 13% por debajo de su precio, por lo que prevé potencial para las subidas, una visión que comparten en Monex Europe. Todavía en Latinoamérica, “el sol peruano, el peso chileno y el peso colombiano son divisas que se enfrentan al aumento de riesgos políticos”.

Gkionakis lanza una última apuesta: el shequel israelí que “debería seguir siendo resistente” aunque también apuresta por el zloty. Así, “preferimos el rublo al rand sudafricano y a la lira turca”. Entre los de menor rendimiento, la divisa de Israel es la mejor opción, mientras que seguimos siendo pesimistas con el florín húngaro”, concluye.

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