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El dólar corrige de forma parcial su brutal ‘rally’ de los últimos días ante todos sus rivales este martes y da un respiro especialmente necesario para las monedas de las divisas emergentes, que han dejado mínimos históricos en las últimas jornadas frente al ‘billete verde’, como es el caso del peso mexicano que se recupera hacia 24,90 pesos por dólar tras los mínimos históricos de 25,00 pesos. El índice del dólar, que mide el desempeño de la moneda contra una cesta de divisas rivales ha caído por debajo de 101,50 puntos, después de haberse encaramado a 103 puntos el pasado viernes y este lunes, niveles no vistos desde inicios de enero de 2017.

El euro sube más de un 1% este martes y se recupera por encima de 1,08 dólares, después del mínimo no visto desde abril de 2017 en 1,0637 dólares y del cierre semanal en 1,0697 dólares, lo que confirmó el cierre del llamado ‘gap de macrón’, el hueco alcista que la moneda única se dejó en el gráfico después de las elecciones presidenciales francesas de hace casi tres años, en las que el actual presidente galo, Emmanuel Macron derrotó a la ultraderecha de Marine Le Pen.

En cuanto al yen, se ha negociado en 110,25 yenes por dólar después de tocar un mínimo en 111,28 yenes. La libra también remonta, aunque sigue encapsulada en el rango dibujado en los últimos días, entre 1,15 y 1,17 dólares, lo que mantiene a la moneda en mínimos de 35 años.

Sin embargo, los expertos afirman que las caídas del dólar ni suponen un cambio de tendencia ni se prolongarán a largo plazo. En este momento, responden a las acciones de estímulo de la Reserva Federal (Fed), que este lunes anunció un ‘QE’ ilimitado, lo que alivió la tensión en los mercados y ofreció la certeza de que no se acabará la liquidez. Los inversores han reaccionado con compras de acciones y de activos de riesgo, lo que impulsa las bolsas asiáticas y los parqués europeos.

"Probablemente veremos que el dólar consolida por un tiempo, pero la clave será cómo responden también otros bancos centrales", indica Khoon Goh, analista de ANZ Bank. Si el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ) también comienzan a anunciar más medidas propias, “eso podría empujar el índice del dólar a 105 en el corto plazo”, añade.

Este experto asegura que la única manera de ver un giro de tendencia en la fortaleza del dólar es que la curva de infectados por el virus llegue a su pico máximo y empiecen a retroceder. “Sólo así se pondrá fin a la oleada de ventas fruto del pánico en bolsas, bonos y otros activos”, concluye Goh.

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