El dólar va camino de cerrar su peor mes de agosto de los últimos cinco años. Tras encadenar cuatro meses de pérdidas o, lo que es lo mismo, de ganancias para el euro, la moneda estadounidense vive su peor racha bajista desde verano de 2017. Con la divisa compartida por encima de 1,19 dólares tras visitar máximos desde 2018, en 1,1966 dólares, hace escasamente dos semanas, los inversores digieren el cambio sobre la política inflacionista de la Fed y sus repercusiones para el ’billete verde’.
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El presidente del banco central EEUU, Jerome Powell, anticipó un cambio más acomodaticio de su política monetaria el pasado jueves, que se espera repercuta en un alza de la inflación y en que los tipos de interés se mantengan bajos por largo tiempo. “Es probable que los banqueros centrales de Estados Unidos estén complacidos con la interpretación de sus medidas, pero estas no son una buena noticia para el dólar”, comentan los analistas de Commerzbank. “Si se espera que el poder adquisitivo interno del dólar se erosione más rápidamente (ya que eso es la inflación) es difícil asumir que mantendrá su poder adquisitivo en el mercado cambiario en el largo plazo”, argumentan.
Este es el motivo principal de las recientes caídas en la divisa estadounidense que, además de debilitarse contra el euro hasta 1,1929 dólares, ha tocado 92,356 puntos en el índice que mide su desempeño contra una cesta de divisas rivales, lo que significa que acumula una caída del 1,2% este mes.
“Los bajistas buscan una ruptura por debajo de 92,12 en el índice del dólar, pero dado que las posiciones cortas son muy extremas, podemos ver una mayor consolidación antes de otro movimiento a la baja”, señalan los expertos de FXTM. ·El oro seguirá siendo uno de los mejores beneficiarios de la debilidad del dólar, así que se darán nuevas subidas por encima de los 2.000 dólares en las próximas semanas”, agregan.
