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El anclaje medio del yuan es, este jueves, el más débil desde 2008. El Banco Popular de China sigue embarcado en el giro de su política monetaria y confirma que ha abandonado totalmente su objetivo anterior de mantener al renminbi por encima de los 7 yuanes por dólar, con todo, los inversores no creen que se haya metido de lleno en una guerra de divisas. El punto diario medio alrededor del que sólo permite fluctuar a la divisa un 2% está en los 7,0039 yuanes por dólar, por debajo de lo esperado.

Según una encuesta de Reuters, este nivel debía fijarse hoy en los 7,0205 por dólar, por lo que el banco central ha superado las expectativas del mercado. Las autoridades monetarias del gigante asiático lo colocaron el miércoles en los 6,9996 yuanes y la moneda se elevó hasta un máximo de más de 11 años en los 7,0632 yuanes.

“El anclaje diario del yuan ha sido un importante impulsor del mercado esta semana”, indica Stephen Innes, analista de VM Markets, “pero hasta ahora los peores miedos se han evitado ya que el banco central chino no permite que la moneda se debilite sin motivo”, prosigue y señala que los operadores seguirán con mucha atención dónde está “la siguiente barrera”.

Los inversores mantienen el yuan bajo el foco desde que el lunes un dólar se cambió de manos por encima de 7 yuanes por primera vez desde al crisis financiera global. Aunque el banco central del país asiático atribuyó el movimiento a las condiciones de mercado y la presión de la guerra comercial con EEUU, la coincidencia en el tiempo con los nuevos aranceles del 10% decretados por la Casa Blanca sobre 300.000 millones de exportaciones chinas provocó una debacle en los mercados mundiales. La guerra comercial había entrado en una nueva fase de guerra de divisas.

La respuesta de EEUU no tardó en llegar y el Departamento del Tesoro designó a Pekín como “manipulador de divisas” de forma oficial, una medida que permite al país imponer sanciones y pedir la asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). Un yuan más débil convierte sus exportaciones en más atractivas, una ventaja injusta, según el presidente de los EEUU, Donald Trump, que su administración ha criticado desde el minuto cero. De hecho, las exportaciones de la segunda potencia mundial han subido en julio un 3,3% en términos anuales.

Pero el desplome de la moneda también incrementa las salidas de capital, por lo que el mercado también “estará atento a las medidas de control de los flujos de dinero”, apunta Innes. Por otra parte, el experto también aconseja prestar atención a otras represalias del gigante asiático, como la venta de bonos del tesoro de EEUU, ya que el país es su mayor tenedor de deuda. No obstante, ve esta medida poco probable porque “debilitaría al dólar”.

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