Las bolsas del continente asiático han acabado este miércoles con signo mixto, en medio de un contexto de temor a la ralentización económica mundial que mantiene los nervios de los inversores a flor de piel. Al pesimismo generalizado ha ayudado el indicador de beneficios industriales de China que ha mostrado que las ganancias industriales se redujeron drásticamente en los primeros dos meses del año.
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La caída del 14% de las principales empresas del sector industrial del gigante asiático en enero y febrero ha vuelto a alimentar los temores de desaceleración en el país. Con todo, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos registraron pocos cambios el martes al detenerse el repunte de la deuda.
Por otra parte, esta madrugada ha trascendido que EEUU y China reanudarán las conversaciones comerciales de alto nivel el jueves en Pekín, con la visit del Representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, y del Secretario del Tesoro, Steve Mnuchin. Este noticia ha dado alas a los compuestos de Shanghai y Shenzhen que han cerrado con un avance de cerca de un 1%.
El otro foco de atención está en Nueva Zelanda, donde el índice de referencia NZX50 se ha disparado un 1,30%, después de que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) haya mantenido este miércoles la tasa oficial de efectivo en el mínimo histórico del 1,75%. El banco central, no obstante, ha revisado su perspectiva a la baja al indicar que el próximo movimiento en las tasas de interés probablemente será un recorte de tipos. La decisión ha tomado al mercado por sorpresa y ha provocado caídas en el dólar neozelandés de un 1,6% contra el dólar de EEUU.
En cuanto al resto de parqués regionales, el ASX200 de Nueva Zelanda ha cerrado plano, el Nikkei nipón se deja un 0,23%, mientras el Hong Seng de Hong Kong sube un 0,65% y el Kospi surcoreano cae un 0,15%. Singapur es una de las pocas bolsas del Sudeste asiático que acaba con un moderado avance del 0,3%, mientras que el resto cierra con pérdidas moderadas.
