"Gobierno, al último acto". Este ha sido uno de los titulares de la prensa italiana en un día decisivo para el Gobierno de Giuseppe Conte, que está al borde de colapsar. El país trasalpino celebra en la noche de este martes un Consejo de Ministros para aprobar (o no) el programa que decide dónde destinar las ayudas del Fondo de Recuperación de la UE.
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Matteo Renzi, líder de Italia Viva, amenaza con hacer que sus dos ministras dimitan para desatar una crisis gubernamental. Según informa la agencia Efe, que a su vez se hace eco del sentir de los medios italianos en los últimos días, Renzi quiere tener más poder en el Ejecutivo y está dispuesto a forzar la máquina hasta sus últimas consecuencias.
Si Renzi fuerza la dimisión de sus dos ministras (Teresa Bellanova por parte de Agricultura y Elena Bonetti con la cartera de Familia y Igualdad), Conte estaría obligado a presentar su dimisión este mismo miércoles y quedar a la espera de las indicaciones del presidente de la República, Sergio Mattarella.
A por el tercer gobierno. Esta es la solución que ofrecerá Mattarella, y que además cuenta con el beneplácito de Renzi. Es lo que en Italia llaman el Conte-ter, una "crisis controlada" con un Ejecutivo distinto al actual, pero que no pierda a una cabeza visible.
Tras la habitual ronda de consultas posterior a la dimisión de Conte, lo normal sería que se formase un nuevo gobierno de coalición basado en la misma mayoría (Movimiento 5 Estrellas, Partido Demócrata e Italia Viva) pero con un primer ministor distinto.
La otra alternativa es que se forme un gobierno técnico que cuente con la participación transversal de las principales formaciones, pero esté liderado por una figura "externa", según señala la agencia. En la prensa trasalpina se especula ya con algunos nombres, que van desde el expresidente del BCE, Mario Draghi, hasta la expresidenta del Tribunal Constitucional, Marta Cartabia.
Una tercera y última opción es que Conte no dimita pero, a cambio, reorganice el Gobierno para dar más peso a Italia Viva y, por tanto, ganarse nuevamente el favor de Renzi.
