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Wall Street ha cerrado la sesión del lunes con fuertes caídas (Dow Jones: -1,91%; S&P 500: -2,14%; Nasdaq: -2,55%) que han prolongado el cierre negativo del pasado viernes, cuando todos los índices cerraron con pérdidas en el entorno del 1%. El S&P 500 y el Nasdaq despidieron la semana con recortes del 1,29% y del 2,01%, respectivamente, y todo apunta que esta semana volverá a estar marcada por la volatilidad.
La principal cita que concentra el interés de los inversores es el Simposio de Política Económica 2022 que celebrará la Reserva Federal (Fed) en Jackson Hole (Wyoming) desde el próximo jueves 25, así como una batería de datos macroeconómicos que se conocerán a partir de este martes 23.
TODOS PENDIENTES DE POWELL Y LA FED
El optimismo se esfumó en apenas unos días. Tras la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal, los inversores pasaron de descontar unas subidas más moderadas de los tipos de interés de referencia en el rango de los 50 puntos básicos a volver a esperar una tercera alza consecutiva de 75 puntos básicos.
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Pese al optimismo instalado en los mercados desde comienzos de julio, Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, cree que esta reversión no debería sorprender “dado el elevado nivel de sobrecompra alcanzado por muchos valores y por los principales índices tras las fuertes ganancias acumuladas y por el hecho de que el escenario macroeconómico y, por tanto, el empresarial, siguen sin estar nada claros”.
Y es que este sentimiento positivo fue impulsado por la creencia de que un “aterrizaje suave”, es decir, el control de la inflación sin provocar una recesión era posible, especialmente tras la buena lectura del IPC de julio. “En EEUU hay cierto optimismo de que podemos haber visto un pico a corto plazo, lo que contrasta con los comentarios recientes de los altos funcionarios de la Fed, en una señal de que tal vez los mercados no creen realmente en el mensaje”, señala Michael Hewson, analista jefe de mercados en CMC Markets UK.
En las últimas semanas, diversos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), como Esther L. George, Neel Kashkari o James Bullard, han endurecido el tono. Este último, uno de los banqueros más ‘hawkish’ de la Fed, ha apostado por una nueva subida de 75 puntos, mientras que Kashkari directamente ha señalado que el banco central deberá continuar las subidas de tipos incluso aunque esto provoque una recesión.
“Por lo tanto, esta semana podría ser un reto para el sentimiento del mercado, en el que todavía parece haber un núcleo duro que cree que la Fed comenzará a recortar los tipos en algún momento del próximo año”, añade Hewson, quien piensa que las cifras de inflación PCE del viernes confirmarán la buena lectura de julio.
Link Securities contempla un escenario intermedio en los próximos meses: ni muy positivo, ni muy negativo. “La inflación tardará todavía unos meses en dar síntomas de comenzar a moderarse, pero lo hará, y los bancos centrales seguirán subiendo sus tasas de interés de referencia de forma expeditiva, al menos hasta finales de año”, explica. “Habrá importantes economías desarrolladas que entren en recesión, pero no esperamos que ésta sea demasiado profunda, lo que permitirá a muchas compañías cotizadas cumplir con sus actuales expectativas de resultados”, añade, al tiempo que vaticina “momentos de tensión en las bolsas”, que sufrirán una corrección para posteriormente recuperar terreno en los últimos meses del año.
Por todo ello, el cónclave de Jackson Hole, donde acudirán numerosos banqueros, es el acontecimiento de la semana y, seguramente, de lo que queda de semestre ya que “podría marcar la pauta para el resto del año, como lo ha hecho en ocasiones anteriores durante la última década”, indica Hewson. En la reunión se espera que comparezcan en público diversos miembros de la Reserva Federal, así como su presidente, Jerome Powell, cuyo discurso se espera el viernes. Unas palabras que, como poco, marcarán el tono de las próximas semanas.
OTROS MERCADOS
Nuevas caídas en el petróleo. El West Texas se ha dejado un 0,11%, hasta 90,67 dólares, mientras que el Brent ha recortado un 0,09%, intercambiándose por 95,75 dólares.
El euro ha alcanzado mínimos de las últimas cinco semanas con el dólar y se ha situado en 0,97 dólares (-0,85%); el tono más duro de la Fed ha sentado bien al ‘billete verde’, mientras que el euro está sufriendo las consecuencias del futuro parón del gasoducto Nord Stream 1.
Por otra parte, la onza de oro ha continuado su caída (-0,83%) y ha cotizado por debajo de los 1.750 dólares. La plata ha seguido cuesta abajo y sin frenos y ha cedido un 1,02%, hasta los 18,8 dólares. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años ha subido hasta el 3%.
Por último, nueva jornada de pérdidas en las ‘criptos’ tras la carnicería del viernes. El bitcoin ha cedido un 2,1% (21.069 dólares) y ha estado luchando por mantenerse por encima de los 20.000 dólares; además, el ethereum ha perdido un 3,12% y ha alcanzado el nivel de los 1.573 dólares.
