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El petróleo se va a ver afectado el próximo año por siete incertidumbres macroeconómicas que ya "pesan mucho" en su cotización. Son vientos en contra que provocarán, según las proyecciones de los expertos de Morgan Stanley, que siga habiendo vaivenes en el precio, por lo que los inversores deben estar preparados para cualquier escenario.

"En el mejor de los casos, la trayectoria futura de los precios del petróleo está rodeada de incertidumbre, y este es el caso, una vez más, de lo que pasará en 2023", apuntan en un reciente informe, en el que explican que sus proyecciones apuntan a un "ligero exceso de oferta hasta el final del primer trimestre" que hará que el Brent se mantenga dentro del rango entre los 80 y los 90 dólares.

Más allá de eso, "el mercado volverá a equilibrarse en el segundo trimestre y entrará en un nuevo déficit en el segundo semestre de 2023". "La reapertura de China, la recuperación de la aviación, el riesgo de suministro de Rusia, la rigidez del mercado del gasóleo, la ralentización del esquisto en EEUU, el fin de las liberaciones de la SPR y los todavía bajos niveles de inversión, todo ello juega un papel importante" de cara al próximo año.

"Con un escaso colchón en el sistema, esperamos que la demanda vuelva a chocar con una curva de oferta inelástica al precio" y, como resultado, auguran que el Brent "vuelva a subir a 110 dólares/bbl a mediados de 2023".

Esas son sus proyecciones, aunque según estos analistas "mucho depende de las siete incertidumbres clave" antes comentadas. Desde Morgan Stanley comentan que aunque son "riesgos difíciles de determinar", en general "serían constructivos para los precios del petróleo si se materializan nuestras expectativas de base". Este es su análisis al detalle de cada uno de ellos:

1. Recuperación de la aviación

"Varias de las principales incertidumbres del futuro se refieren a la demanda del mercado del petróleo", comentan en Morgan Stanley. Como dicen, la demanda sigue siendo de 2 millones b/d por debajo de los niveles de 2019, antes de la crisis del Covid, y es que la gasolina, el combustible para aviones y el gasóleo, que son los "productos rentables para las refinerías", aún no se han recuperado.

"En principio, esto todavía crea la oportunidad de una considerable normalización de la demanda", señalan estos expertos, sobre todo en lo que se refiere a la aviación, porque en lo que va de 2022 el consumo de combustible para aviones ha sido de 2,1 mb/d por debajo de su nivel prepandemia, y eso que los viajes y el turismo han repuntado con fuerza.

El consumo mundial de combustible para aviones es actualmente de 6,3 mb/d, pero los calendarios actuales de los vuelos comerciales apuntan a un aumento de 7 mb/d para el segundo trimestre de 2023. "Más allá de eso, suponemos una mayor recuperación hacia 7,8 mb/d a finales de 2023, lo que dejaría el combustible para aviones en 0,5 mb/d por debajo del pico anterior a la crisis, cuando fue de 8,3 mb/d", dice Morgan Stanley.

2. Reapertura de China

Otra incertidumbre clave es, por supuesto, China y las perspectivas de sus políticas de cero Covid. La demanda de petróleo de China está actualmente 1 mb/d por debajo de los niveles de 2020/21, frenada por los bloqueos y otras restricciones de movilidad. De ellos, más de 0,5 mb/d se deben a los tres principales productos: gasolina, gasóleo y combustible para aviones.

Las noticias que llegan actualmente desde el gigante asiático, donde no dejan de aumentar los contagios, no son nada alentadoras y ya hacen temer que haya un parón en la relajación anunciada hace solo unas semanas. No obstante, en Morgan Stanley creen que "China dejará de aplicar sus estrictas políticas de cero Covid en el transcurso de 2023", por lo que después del primer trimestre esperan que la demanda de petróleo del país "empiece a recuperarse".

"Vemos que la demanda se recupera gradualmente hasta alcanzar 15,4 mb/d en el segundo trimestre, 15,7 mb/d en el tercer trimestre, acelerándose después y alcanzando los 16,4 mb/d en el cuarto trimestre de 2023", apuntan los analistas del banco estadounidense.

Como dicen, "a pesar de la desaceleración económica mundial, seguimos esperando que la demanda de petróleo crezca en 2023". En total, estiman un crecimiento de 1,3 mb/d en términos interanuales, ligeramente por debajo de la previsión de la AIE de 1,6 mb/d. Morgan Stanley justifica su proyección en que espera un crecimiento de 1 mb/d en el consumo de combustible para aviones y 0,85 mb/d en la demanda de China, aunque también estima un descenso de 0,54 mb/d en el resto de la demanda.

"Aunque en una recesión muy severa la demanda de petróleo puede -por supuesto- disminuir más que eso", recuerdan, lo cierto es que la demanda de petróleo "apenas se redujo durante la mayoría de las recesiones anteriores a 2007/08".

3. Embargo de la UE al petróleo ruso

El embargo entrará en vigor el próximo 5 de diciembre para el petróleo crudo y el 5 de febrero de 2023 para los productos petrolíferos, aunque el presidente Vladimir Putin ya ha amenazado a Europa con "graves consecuencias" si lleva a cabo esta medida.

En octubre, la Unión Europea seguía importando 2,4 mb/d de petróleo ruso (aproximadamente 1,4 mb/d de crudo y 1 mb/d de productos petrolíferos). En los próximos meses, dice Morgan Stanley, "no solo Rusia necesitará encontrar otros compradores, la UE necesitará otros proveedores".

Por ahora, parece que Moscú no está teniendo mayor problema, ya que India y Turquía, y en menor medida China, han aumentado sus compras de petróleo ruso, lo que ha permitido al país "seguir exportando grandes cantidades", de forma que mientras que el año pasado por estas fechas las exportaciones rusas de petróleo se situaban en torno a los 7,8-7,9 mb/d, estas han disminuido, pero solo hasta 7,3-7,4 mb/d.

Morgan Stanley espera que Rusia encuentre otros compradores para parte del petróleo que dejará de vender a la UE, pero no para la totalidad de los 2,4 mb/d. Además, apunta que es improbable que India, Turquía y China aumenten mucho más sus importaciones, dado que ya están "muy por encima de los promedios históricos", por lo que es posible que no quieran aumentar aún más su "dependencia" de Moscú. "Suponemos que India, Turquía y China pueden tomar algo de de crudo adicional de Rusia, pero no mucho", comentan los analistas del banco estadounidense.

Pero en cuanto a los productos petrolíferos, "los retos son posiblemente mayores" ya que India, Turquía y China "no necesitan el gasóleo de Rusia, ya que ellos son exportadores de gasóleo". De momento "no han aparecido otros compradores de gasóleo ruso, al menos no en cantidades significativas", por lo que si Rusia tiene que encontrar otros clientes, "inevitablemente estos estarán más lejos, haciendo del transporte marítimo un posible cuello de botella".

"Nuestra hipótesis es que de los 2,4 mb/d de petróleo que se envían actualmente desde Rusia a la UE, aproximadamente la mitad encontrará otros compradores y la otra mitad no. Sobre esta base, pronosticamos que la producción de petróleo de Rusia seguirá disminuyendo en 1,2 mb/d el próximo año con respecto a los niveles actuales, lo que tensará el mercado", comentan los estrategas de Morgan Stanley.

4. Rigidez del gasóleo

"El mercado del gasóleo ya ha estado extraordinariamente ajustado este año. Sin embargo, con la pérdida de suministro de gasóleo ruso y el aumento del consumo de combustible para aviones, es probable que esta situación continúe", dicen estos analistas.

Como apuntan, "no se sabe cómo se desarrollará esta situación en 2023", pero en Morgan Stanley creen que el destilado medio mundial se mantendrá "muy ajustado".

5. Perspectivas del esquisto estadounidense

"La disciplina de capital y la estrechez de la cadena de suministro ya han frenado el crecimiento del esquisto este año", de forma que la producción de EEUU ha aumentado en 540 kb/d, muy por debajo de la previsión de de 900 kb/d que Morgan Stanley tenía a principios de año.

Además, el rendimiento de los pozos y la profundidad de los inventarios de perforación son "preocupaciones emergentes". En la última década, los altos niveles de crecimiento de la producción se lograron mediante una "combinación de un número creciente de pozos que producían a tasas cada vez más altas". Sin embargo, apuntan estos expertos, en lo que va de año los nuevos pozos que han entrado en funcionamiento "han mostrado tasas de producción iniciales inferiores".

Esto, unido al hecho de que el número de pozos ya no es tan "abierto", genera un problema, por lo que Morgan Stanley prevé ahora que el esquisto de EEUU crezca en 0,7 mb/d entre el cuarto trimestre de 2021 y el cuarto trimestre de 2022, y espera que "se reduzca a 0,4 mb/d entre el 4T 2022 y 4T 2023, con un nuevo descenso del crecimiento en 2024".

Como recuerda el banco estadounidense, la desaceleración del esquisto estadounidense tiene implicaciones potencialmente importantes para la dinámica del mercado del petróleo. Hasta ahora, cuando la OPEP ha limitado la producción, "prácticamente cada recorte de la OPEP estuvo acompañado de una mayor aceleración del crecimiento del esquisto estadounidense".

Pero su ahora el esquisto estadounidense ya no puede acelerar la producción en un plazo relativamente corto, "la capacidad de la OPEP para influir en el mercado del petróleo aumenta sustancialmente, lo que podría limitar el riesgo de caída de los precios", comentan estos analistas.

6. Fin de las liberaciones de la SPR

Este año se ha producido una liberación sin precedentes de la Reserva Estratégica de Petróleo de los Estados Unidos (SPR). Aunque la SPR lleva tiempo agotándose, el gobierno estadounidense autorizó la liberación de 180 millones de barriles en lo que queda de año. De esta cantidad, quedan pendientes unos 15 millones de barriles para el mes de diciembre.

Cuando esto se complete, la SPR habrá extraído a un ritmo sin precedentes de 0,8 mb/d constantes desde marzo de 2022. Y como dice Morgan Stanley, "cuando la extracción de reservas de petróleo es tan grande como lo ha sido recientemente, lo más probable es que haya ejercido una presión a la baja sobre los precios", por lo que una vez acabe diciembre, su perspectiva es que "las retiradas de reservas de petróleo lleguen a su fin". Y a su vez, "sospechamos que los precios se verán favorecidos".

7. Capex

"El capex está repuntando modestamente, pero gran parte de ello es absorbida por la inflación de los costes de la propia industria", dicen los estrategas de Morgan Stanley. "Medido en términos reales, el aumento de las inversiones en el sector es, en el mejor de los casos, modesto, y el nivel absoluto de inversión sigue siendo históricamente bajo".

Y aunque "es difícil estimar cuál es realmente el nivel adecuado de capex", a los niveles actuales, con la demanda de petróleo en niveles "obstinadamente altos" a pesar de los esfuerzos mundiales de descarbonización, "el riesgo de que las inversiones sean insuficientes para satisfacer la demanda a largo plazo está ahí", comentan.

"Ajustado a la inflación y al nivel de demanda, las inversiones en petróleo y gas se redujeron en un 44% entre 2014 y 2021. Las inversiones se están recuperando, pero solo en un 5% en 2022 y 2023". Y, destacan desde el banco estadounidense, "incluso en 2023 es probable que el capex por unidad de consumo en términos reales siga siendo un 10-15% inferior a la media de 2005-08".

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