petroleocbdolar

No está siendo el mejor año para los mercados. A los restos que coleaban de la pandemia de Covid-19 se le han sumado la altísima inflación y la guerra de Ucrania, unos eventos que han dado la vuelta por completo a los mercados. Hace dos años, cuando los precios del petróleo llegaron a ser negativos y los valores tecnológicos se dispararon, parecía difícil ver el escenario que tenemos hoy en día. En lo que llevamos de 2022, el Nasdaq se ha dejado más de un tercio de su valor, mientras que los combustibles fósiles han sido los más beneficiados de este contexto que parece que se extenderá durante algún tiempo. Sin embargo, los inversores creen que las tornas volverán a cambiarse.

“Los mercados financieros todavía parecen escépticos de que esto sea la nueva normalidad”, asegura el director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould. Este experto cree que, a pesar de los malos tiempos que atraviesa el sector, el mercado sigue depositando su confianza en la tecnología antes que en “el petróleo y el gas”, lo que sugiere que “si los precios de los hidrocarburos se mantienen firmes, los valores energéticos aún tienen potencial para sorprender al alza”.

Mould señala que, utilizando los índices S&P Global 1200 como referencia, los valores energéticos siguen representando sólo el 5,8% del valor total del mercado bursátil. Esto, asegura, muestra una gran recuperación desde los mínimos pospandémicos del 2,5% en 2020, pero todavía por debajo de la media del 8,2% desde el cambio de siglo y muy por debajo del 13,9% “que prevaleció cuando el petróleo alcanzó los 147 dólares por barril en el verano de 2008”.

Para el experto de la firma británica, esto indica claramente que los mercados no se creen que los precios de los hidrocarburos sigan en los actuales niveles, ya que el mundo busca “adoptar fuentes de energía alternativas y renovables y avanzar hacia un mundo con cero emisiones netas”.

“El valor relativo de las acciones de petróleo y gas no es tan alto como se podría pensar, dado que el petróleo cotiza actualmente por encima de los 90 dólares el barril y el gas natural alrededor de 6 dólares por MMBtu”, añade.

AMENAZAS PARA EL CRUDO

Asimismo, Mould señala que hay otras amenazas para las empresas de petróleo y gas, que podrían pesar a corto plazo. La más clara y evidente, una más que probable recesión mundial que amenaza con borrar la demanda de crudo y productos refinados, al tiempo que los Gobiernos buscan imponer impuestos extraordinarios a las petroleras o topes de precio al propio barril de crudo.

“Una solución pacífica a la guerra de Ucrania podría poner fin a las sanciones impuestas a los principales proveedores y aumentar la producción disponible, mientras que el deshielo de las relaciones con Venezuela e Irán podría tener un efecto similar”, agrega Mould.

Sin embargo, hay argumentos que apuntan a que el corto plazo podría favorecer al petróleo. "En primer lugar, la demanda de energía sigue aumentando, pero la oferta sigue siendo limitada, gracias a las políticas medioambientales, las sanciones geopolíticas y la respuesta de las empresas petroleras a las presiones para no perforar”, explica el director de inversiones de AJ Bell.

En segundo lugar, añade el experto, una solución rápida a la guerra en Ucrania parece “lamentablemente improbable”. Por si fuera poco, la OPEP y sus aliados (OPEP+) “se niegan a ceder a la presión de EEUU para aumentar la producción”, tal vez, indica, porque la Casa Blanca está “aplicando políticas que limitan deliberadamente la producción estadounidense”.

“Es poco probable que Riad haya olvidado cómo Washington se quejó habitualmente a mediados de la década pasada cuando argumentó que Arabia Saudí estaba bombeando demasiado petróleo, ya que EEUU trató de apoyar los beneficios, el flujo de caja y los rendimientos de la inversión de su entonces floreciente industria del petróleo de esquisto", indica. Este entorno, apunta, parece favorecer los precios del petróleo y “está por ver si el presidente Biden se arrepiente de haber agotado la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos antes de las elecciones ‘mid-term’ para comprar votos con gasolina más barata”.

¿QUÉ DEPARA EL FUTURO?

En este sentido, Mould cree que estos valores darán una sorpresa positiva en las próximas semanas, al tiempo que las grandes empresas tecnológicas están sufriendo después de los decepcionantes resultados de compañías como Alphabet (Google), Meta, Amazon o Microsoft, “que ha señalado la fortaleza del dólar como un obstáculo”. “Solo Apple ha evitado la indignidad de un ‘profit warning’, pero solo en parte porque no da orientaciones concretas sobre los beneficios, e incluso el gigante con sede en Cupertino está mostrando una marcada desaceleración de sus ganancias”, subraya.

“Como resultado, las grandes empresas tecnológicas están viendo cómo se tambalea su suerte bursátil. Una vez más, utilizando los índices S&P 1200 Global, el sector de las tecnologías de la información representa ahora "solo" el 21% de la capitalización total del mercado mundial, frente al máximo histórico de finales de 2021 del 24,1%”, explica.

Sin embargo, apunta, mientras que la energía sigue estando muy por debajo de su media a largo plazo, la tecnología sigue estando muy por encima media de su media a largo plazo del 14,2% de la capitalización del mercado mundial. Esto sugiere que los inversores creen que la tecnología se recuperará, pero que el petróleo y el gas volverán a flaquear.

“De hecho, si se observa la valoración relativa de los valores energéticos con respecto a los tecnológicos, utilizando de nuevo los puntos de referencia del S&P Global 1200, la energía sigue pareciendo barata”, sentencia Mould. En este sentido, este experto señala que las lecturas del Energy Select Sector SPDR y del iShares US Oil Equipment & Services ETF dan alas a pensar que, al menos en el corto plazo, los hidrocarburos mantendrán su fortaleza en el mercado.

Noticias relacionadas

contador