• El valor redujo su caída de más del 5% a solo el 0,19%.
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Sede de la CNMV en MadridEUROPA PRESS - Archivo

Como si de Trump o de Elon Musk se tratara, Ana Botín anunció ayer en Twitter el acuerdo con Mijail Fridman para refinanciar a DIA. Y además, lo hizo antes de que cerrase la cotización, lo que permitió al valor borrar una caída de más del 5%. El hecho relevante con una información vital para decenas de miles de accionistas y empleados -si DIA quebraba o se salvaba- tardó casi dos horas en publicarse. ¿Y la CNMV no tiene nada que decir?

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Se trata de un nuevo escándalo, uno más, de los que se producen en nuestro mercado de pandereta sin que el supervisor se entere -o se dé por enterado- de lo que pasa delante de sus narices. Nada menos que la presidenta del Santander decide saltarse todas las normas de información y transparencia para anunciar algo que tenía en vilo a todo el mercado y a la plantilla de DIA desde hace días (o incluso semanas).

Lo de hacer anuncios a golpe de tuit lo ha puesto tristemente de moda Donald Trump, que es el principal 'market mover' en la actualidad con sus medidas comerciales. Pero, por más que nos disguste y que provoque grandes bandazos en las cotizaciones, el supervisor nortemearicano (la SEC) no puede sancionar al hombre más poderoso de la Tierra.

Cuestión distinta son los empresarios que le imitan. El ejemplo más conocido es el de Elon Musk, al que se le ocurrió anunciar en Twitter que iba a excluir a Tesla de bolsa, algo que después se demostró que no tenía fundamento. Pero el daño estaba hecho y hubo gente que perdió o ganó mucho dinero a causa de su irresponsabilidad. Y con la SEC no se juega: iba a llevar a Musk ante los tribunales y, para evitarlo, el conocido emprendedor pactó su renuncia a la presidencia, una multa de 40 millones de dólares... y la contratación de un abogado para supervisar sus tuits.

A nadie se le pasa por la imaginación que aquí la CNMV llegara a forzar la salida de Botín de la presidencia del Santander. Pero una cosa es eso y otra que este comportamiento salga gratis. Porque se puede usar el mismo argumento que defendía el Santander en la refinanciación de DIA (y al que finalmente ha renunciado): se crea un precedente muy negativo. Si no le pasa nada, a partir de ahora todo el mundo dirá lo que quiera en Twitter; y lo de mandar un hecho relevante, ya si eso lo vamos viendo.

ANÁLISIS PERO NO INVESTIGACIÓN

No hay que tener grandes esperanzas, a la vista de la actitud del presidente de la CNMV, Sebastián Albella, hacia la transparencia: recuerden que ha suprimido la obligación de hacer pública inmediatamente la información relevante y permite darla "en cuanto sea posible". A eso se supone que se agarrarían ayer DIA y el Santander. Lo que no sabíamos era que, "hasta que sea posible" comunicar un hecho relevante, está permitido contar las cosas en Twitter.

Europa Press informó ayer de que la CNMV está "analizando" el tuit y las declaraciones previas a la prensa de Botín, pero sin abrir una investigación formal. Pues eso.

Como hemos comentado en varias ocasiones en Bolsamanía, el mandato de Albella empezó de forma muy prometedora: para variar, se ponía al frente del supervisor del mercado a alguien que sabía de mercados. Pero después ha tomado una deriva preocupante con cosas como el agravio comparativo entre Popular y Liberbank por la prohibición de los cortos, la tolerancia con la opacidad de la subasta de Saracho, la ocultación de la sanción a Borrell por su actuación en Abengoa a la vez que hacía pública la de Telepizza, su inacción en el 'caso Villarejo' del BBVA o la relajación de las exigencias de transparencia.

Es preciso que se frene esta deriva y que la CNMV recupere el respeto del mercado que tuvo al principio del mandato de Albella y que ha vuelto a perder. Ahora tiene una ocasión inmejorable para ello.

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