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Si este martes era Morgan Stanley el que advertía de que las cosas no van a ser fáciles para las bolsas a corto plazo, y anticipaba caídas del 10% en la renta variable europea este verano, hoy es Natixis Investment Managers el que avisa de que es mejor no acostumbrarse a la tranquilidad en la renta variable porque 'vienen curvas'.

"Esperamos que la elevada volatilidad se reanude en los próximos meses", augura Mabrouk Chetouane, responsable de estrategia de mercado y de la visión macro de Natixis IM.

Chetouane justica esta previsión por el hecho de que, los principales catalizadores que han impulsado a las bolsas en la primera parte del año, "se están debilitando poco a poco". Éstos son los resultados empresariales, que hasta ahora han sido sólidos, junto a la creencia de que los bancos centrales pronto dejarán de subir tipos.

Morgan Stanley también argumenta su visión pesimista para las bolsas, tanto a este lado del Atlántico como al otro, sobre la idea de que las previsiones empresariales del mercado son excesivamente optimistas y de que va a haber decepciones. "Las estimaciones de beneficios del segundo semestre apuntan a una aceleración muy saludable. Esto contradice directamente nuestras previsiones, que siguen apuntando a la baja", comentaba Mike Wilson, director de inversiones para EEUU de Morgan Stanley, a finales de mayo.

"Este periodo debe aprovecharse para preparar las carteras para el cambio de orientación en la política monetaria”

En cuanto a los bancos centrales, todo indica que el Banco Central Europeo (BCE) va a subir de nuevo tipos la próxima semana y que también podría hacerlo la Reserva Federal (Fed), especialmente tras los últimos comentarios de algunos de sus miembros y tras los datos fuertes de empleo de mayo. Desde luego, el escenario que se ha descartado es el que quedó tras la última reunión (a saber, que la Fed había realizado en mayo el último aumento de tipos del ciclo), y ahora, o bien vuelve a subir en junio o bien se baraja que mantenga los tipos sin cambios, pero para seguir elevándolos después.

"Es poco probable que el crecimiento de los resultados empresariales sea tan espectacular como en el primer trimestre y es muy posible que los bancos centrales sigan endureciendo su política monetaria más allá de lo esperado tan solo hace unos meses”, reconoce Mabrouk Chetouane. En cuanto a los bonos, el experto espera que “la probable continuación de la subida de tipos de interés, sobre todo en Europa, provocará una caída del precio de los bonos a corto plazo. Sin embargo, la ralentización prevista del crecimiento económico debería ejercer una presión al alza sobre los bonos a largo plazo.

Chetouane precisa que la materialización de su escenario central dependerá, en gran medida, del grado de persistencia del crecimiento de los precios, y en particular, el de los precios subyacentes.

"Si éstos son persistentes, los bancos centrales se verán obligados a endurecer los tipos de interés más allá de nuestras expectativas y las de los inversores. El ‘soft-landing’ de las principales economías podría entonces peligrar y ser más abrupto de lo previsto, implicando un mayor riesgo para los mercados de activos de riesgo”, explica. Y añade que “la persistencia del crecimiento de los precios subyacentes es un riesgo que los bancos centrales no se pueden permitir descuidar".

A pesar del complejo e incierto contexto descrito, el experto cree que “existen oportunidades en el mercado de renta fija, y pensamos que este periodo debe aprovecharse para preparar las carteras para el cambio de orientación en la política monetaria”. Por otro lado, si los bancos centrales anticipan recortes de tipos, “las acciones ‘growth’ deberían verse entre las más favorecidas del mercado de renta variable”.

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