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El Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) sigue yendo a contracorriente del resto de sus pares mundiales. Mientras que los bancos centrales siguen subiendo los tipos de interés para combatir la elevada inflación, el organismo que dirige Haruhiko Kuroda ha decidido mantenerlos sin cambios, tal y como se esperaba.

La entidad nipona hace así de la postura 'dovish' su bandera, pese a que todos los bancos centrales siguen elevando el precio del dinero. El Banco Central Europeo (BCE) volvió a hacerlo este jueves, y se espera que la Reserva Federal estadounidense (Fed) haga lo propio en su reunión de la próxima semana.

Además de mantener los tipos sin cambios, el BoJ también ha dicho que compraría las cantidades necesarias de bonos del gobierno japonés a una tasa fija para mantener los rendimientos del bono (JGB) a 10 años en torno al 0%.

"El Banco apoyará la financiación, principalmente de las empresas, y mantendrá la estabilidad de los mercados financieros, y no dudará en adoptar medidas de flexibilización adicionales si es necesario", ha apuntado en su declaración de política monetaria.

Tras conocerse la noticia el yen japonés se ha debilitado ligeramente, situándose en niveles cercanos a los 146,5 frente al dólar estadounidense. El rendimiento del JGB a 10 años, por su parte, se encuentra en el 0,246%, por debajo del límite superior del objetivo de rendimiento del banco central.

Asimismo, en la reunión el BoJ ha revisado sus previsiones de inflación subyacente, y ahora espera que alcance el 2,9% en el año fiscal en curso, frente a su estimación anterior del 2,3%. Y también ha modificado sus previsiones para la inflación subyacente del siguiente año fiscal, que han pasado del 1,4% al 1,6%.

El Banco de Japón lo explica de la siguiente forma: "Siguen existiendo grandes incertidumbres para la economía japonesa", y mientras que "los riesgos para la actividad económica están sesgados a la baja", los "riesgos para los precios están sesgados al alza", ha detallado.

HONG KONG LIDERA LAS PÉRDIDAS

Las bolsas asiáticas han acabado la semana instaladas en el rojo. El índice Hang Seng de Hong Kong ha liderado las pérdidas al caer un 2,32%, mientras que el índice Hang Seng Tech se ha dejado un 3,57%. En Australia, el S&P/ASX 200 ha perdido un 0,93%.

El Nikkei 225 de Japón ha perdido un 0,6%, mientras que el Topix ha bajado ligeramente. El Kospi surcoreano ha perdido un 0,53%. El índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón ha caído un 1,1%.

En China continental, el Shanghai Composite ha bajdo un 0,83% y el Shenzhen Component ha cedido un 1,62%.

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