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REUTERS/Al Drago

La ex embajadora de EEUU en Ucrania, Marie Yovanovitch, ha acusado al presidente Donald Trump de presionar al Departamento de Estado durante meses para que fuera cesada de su puesto. Yovanovitch ha testificado este viernes, a puerta cerrada, en el Congreso en relación al 'impeachment' al mandatario.

No están siendo semanas fáciles para el presidente estadounidense, con varios frentes abiertos que no le favorecen en su estrategia para ser reelegido en las próximas elecciones presidenciales. Hace unas semanas salía a la luz el escándalo de la supuesta llamada telefónica realizada el pasado 25 de julio de Trump a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la que presionaba al dirigente ucraniano para que investigara al ex vicepresidente Joe Biden, su rival demócrata.

Este escándalo provocó que se iniciara una investigación por parte de la Cámara de Representantes sobre un posible proceso de destitución parlamentaria ('impeachment') contra Trump. El propio mandatario estadounidense aseguró hace unos días que la Casa Blanca cooperaría "si las normas son justas".

Pues bien, los investigadores no solo se centran en los movimientos realizados por el enviado especial estadounidense para Ucrania, Kurt Volker, que recientemente ha dimitido, sino que se remontan a etapas anteriores. De este modo, han interrogado a la ex embajadora de EEUU en Ucrania, que ha asegurado que fue forzada a abandonar Kiev “en el siguiente avión”, según ha informado este sábado Reuters.

Además, ha explicado que el número dos del Departamento de Estado, John Sullivan, le dijo que Trump había perdido la confianza en ella y había habido presiones para despedirla desde el verano de 2018.

Según ha testificado Yovanovitch, Trump está sometiendo a graves presiones a los diplomáticos de carrera en EEUU: "Me resulta increíble que el Gobierno retirara a un embajador por declaraciones infundadas o falsas, efectuadas con intenciones dudosas".

PRESIONES PARA PERJUDICAR A BIDEN

Desafiando a la Casa Blanca, la veterana diplomática ha informado a los investigadores del 'impeachment' de que Donald Trump la castigó por negarse a participar en una campaña para perjudicar al candidato demócrata Joe Biden.

La embajadora mantiene que fue despedida por defender los intereses de EEUU y no los de Trump. En la famosa llamada que mantuvo con Zelenskyi, Trump se jactó de haber despedido a la embajadora porque "era mala, con contactos con gente también muy mala", según figura en una transcripción oficial.

Desde que saltaran las alarmas por esta llamada telefónica, ya han sido varias las bajas entre los altos mandos del Gobierno de Trump. La primera víctima fue el enviado especial estadounidense para Ucrania, Kurt Volker, que presentó su renuncia tras filtrarse que ayudó a organizar una reunión entre el entorno de Zelenski, y el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani para sacar "trapos sucios" de Biden.

Pues bien, ahora es el turno del secretario interino del Departamento Seguridad Interior, Kevin McAleenan, que abandona su cargo, según anunció este viernes por la noche el propio Donald Trump a través de su cuenta de Twitter: "Kevin, después de muchos años en el Gobierno, quiere pasar más tiempo con su familia e ir al sector privado", escribió.

Sin embargo, la realidad es otra según diversos medios. Hace unas semanas McAleenan concedió una entrevista a The Washington Post, en la que se quejó del "tono, el mensaje, la cara pública y el enfoque" de la política de inmigración de la actual Administración.

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