El Parlamento británico ha rechazado que el proyecto de ley del Acuerdo de Retirada de Reino Unido de la Unión Europea impulsado por el Gobierno de Boris Johnson sea tramitado por la vía de urgencia. Esto hubiera permitido al 'premier' aprobarlo antes del 31 de octubre, que es su principal objetivo. Ahora, la probabilidad de una prórroga a este caótico proceso aumenta, lo cual se refleja en la cotización de la libra, auténtico barómetro del proceso y que se deprecia un 0,5%, hasta 1,2885 dólares.
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Se trata de una nueva derrota parlamentaria de Johnson y se ha producido por 308 votos a favor y 322 en contra.
Según adelantan los medios británicos, el Partido Unionista Democrático (DUP por sus siglas en inglés), clave para que el Acuerdo de Retirada salga adelante, ha votado en contra.
Sin embargo, Johnson ha obtenido una primera victoria parcial, ya que en la primera votación el Parlamento ha aprobado, por 329 votos a favor y 299 votos en contra, iniciar la tramitación del Acuerdo de Retirada, aunque no de manera urgente como quería el primer ministro.
Johnson ha confirmado que congelará el proyecto de ley que implementaría su acuerdo, a pesar de que los Comunes lo acaban de respaldar, después de que los diputados hayan rechazado su propuesta de acelerarlo en el Parlamento.
Sin embargo, no ha realizado ningún comentario sobre una futura convocatoria de elecciones. "De un modo u otro, abandonaremos la UE con este acuerdo", ha señalado.
"Esta derrota significa que la UE probablemente otorgará la solicitud de extensión del Reino Unido en los próximos días para evitar una separación sin acuerdo a fines de este mes", afirman los expertos de Pantheon Macroeconomics. En su opinión, lo más probable es que Johnson opte por convocar elecciones "antes de Navidad", lo que seguirá lastrando el comportamiento de la libra.
Al respecto han hablado este martes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y también el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Tusk ha asegurado que la respuesta de la UE a la petición de aplazar de nuevo la salida de Reino Unido dependerá de lo que el Parlamento británico "decida o no decida" sobre el acuerdo negociado para el Brexit, al tiempo que ha pedido estudiar tal solicitud "con toda la seriedad".
Por su parte, Juncker ha lamentado la "pérdida de tiempo y pérdida de energía" que, a su juicio, ha supuesto el largo proceso de negociación del Brexit para el proyecto europeo, al tiempo que ha recalcado el "trabajo incansable" de Bruselas para negociar un buen acuerdo que permitiera la salida de Reino Unido. También ha recordado que el Parlamento Europeo, que tiene derecho de veto sobre el acuerdo Brexit, solo podrá ratificarlo después de que lo haga Westminster.
