El ejército egipcio había asegurado, el pasado mes de febrero, que habían desarrollado un dispositivo que detectaba enfermedades como el SIDA la hepatítis y otros virus sin necesidad de muestra de sangre y que, además, podía purificarla y curar a los que sufren esta enfermedad.

La información causó un gran revuelo entre el público y los científicos y la queja general fue la falta de una correcta verificación de esta tecnología desarrollada en el país.

En Egipto, la hepatitis C se ha convertido en una epidemia, se estima que un 10% de la población la tiene. Por ello, las autoridades egipcias han decidido que se desarrollarán pruebas durante más de 6 meses con la intención de demostrar la funcionalidad de este dispositivo purificador antes de lanzarlo al público.

'La integridad científica nos obliga a retrasar el inicio de la difusión pública de esta tecnología hasta que el periodo de experimentación nos permita un seguimiento de los pacientes que ya la utilizan' afirmó el general Gamal el-Serafy a la agencia estatal de noticias de Egipto. Además añadió que los médicos habían empezado a probar una de las máquinas en 80 pacientes con hepatitis C.

 

Y.R.

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