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Banco SantanderEUROPA PRESS

Han pasado tres años desde que Banco Santander estrenó en España su producto estrella, la Cuenta 123. En este tiempo, la entidad ha pasado de remunerar un 3% por un saldo máximo de 15.000 euros a hacerlo solo por los 1.000 euros que aplicará desde diciembre. Esta medida hace que para la gran mayoría de los clientes la rentabilidad de su cuenta pase a ser negativa, por lo que la entidad se arriesga a una fuga de clientes decepcionados con esta medida.

En un "escenario de tipos bajos", el banco "se adapta a las condiciones del mercado". Así justificaba a mediados de octubre este cambio la entidad presidida por Ana Patricia Botín. Algo que ha provocado un enorme descontento entre los clientes del banco, que han acudido a protestar a las sucursales.

Poco queda ya de la cuenta que importó de su filial en Reino Unido y que se implantó en España como la única cuenta que remuneraba los ahorros en tiempos de tipos negativos. Pese a que Santander perdió 600 millones el primer año y 400 millones el segundo, según fuentes conocedoras de la situación, el banco justificó esta cuenta defendiendo que la rentabilizaría vendiendo otros productos a los clientes. Algo que parece que nunca ha llegado a cumplirse puesto que la entidad nunca ha dado cifras al respecto.

Como máximo se podrán obtener 30 euros al año, a lo que hay que descontar los 72 euros anuales que hay que pagar por comisiones

Pero en estos años de vida de la Cuenta 123, el banco no solo ha rebajado el importe bonificable. En 2016 obligó a tener una tarjeta de crédito, que tenía una comisión mensual de tres euros, y a utilizarla al menos una vez al trimestre. Un año después, a esto se le añadía el requisito de contratar otras dos tarjetas más, una de débito y una de pago aplazado, y hacer uso de ellas al menos seis veces.

Ahora, la retribución de la Cuenta 123 pasará a ser del 3% hasta un máximo de 1.000 euros, es decir, como mucho se podrán obtener 30 euros de intereses al año. Como a esa cantidad hay que descontarle los 72 euros anuales que hay que pagar por comisiones de mantenimiento de la cuenta y de las tarjetas, "muchos clientes empezarán a perder dinero", afirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Si tenemos únicamente en cuenta el interés del producto, una persona que mantenga durante un año esos 1.000 euros y que cumpla con todas las condiciones acabaría teniendo una rentabilidad del -4,12%. Si por el contrario, los clientes no cumplen las exigencias durante tres meses consecutivos no solo se quedan sin la remuneración del 3%, sino que además tienen que hacer frente a una comisión de 8 euros al mes, con lo que el rendimiento de la cuenta podría ser del -12,43%, añade el comparador HelpMyCash.

RECIBOS DOMICILIADOS CON IMPORTES ELEVADOS

Solo si los recibos son lo suficientemente abultados la cuenta conseguirá, después de todo, ser rentable

Santander mantiene la devolución de entre un 1% y un 3% de los recibos domiciliados en la Cuenta 123, con una bonificación máxima de 110 euros mensuales, es decir, 1.320 euros al año. Pero conseguir una bonificación de ese calibre es algo que está al alcance de muy pocos, ya que para llegar a cobrar el máximo que paga el banco, los recibos domiciliados tendrían que tener un importe total de 5.000 euros al mes. Esto significa que solo si los recibos son lo suficientemente abultados la cuenta conseguirá, después de todo, ser rentable.

La OCU recuerda que la normativa permite a los bancos modificar las condiciones siempre que informen a sus clientes de manera individualizada con al menos dos meses de antelación. Por su parte, los usuarios también pueden cambiar de entidad y "deberían hacerlo sin demora todos los que, con estos cambios de condiciones, han dejado de ganar dinero con la Cuenta 123".

Santander lo ha hecho. Es más, entiende que con estas nuevas condiciones haya clientes que no quieran mantener la cuenta porque ya no les salga rentable y en un comunicado asegura que el banco "facilitará a los titulares de la Cuenta 123 el traspaso a la Cuenta Zero 123". Un producto que no tiene remuneración ni bonificaciones, pero tampoco comisiones. Eso sí, esta cuenta también obliga a cumplir los mismos requisitos para que realmente no tenga ningún coste. Pero el verdadero riesgo es que muchos clientes se vayan a otras entidades.

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