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Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra.

El consenso de mercado es unánime, llega otra subida de tipos para el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés). En línea con las expectativas de los analistas, 'la vieja dama de Threadneedle Street' elevará el tipo de interés bancario otros 25 puntos básicos, hasta el 1,0%, en su reunión del jueves del Comité de Política Monetaria (MPC por sus siglas en inglés). En medio de la caída de la confianza de los consumidores y la evidencia de un retroceso en la demanda de los hogares, los expertos avisan de que la medida no está exenta de riesgos.

"De todos los bancos centrales del G10 que están embarcados en procesos de normalización, el Banco de Inglaterra es el que creemos que tiene más probabilidades de ver truncada su trayectoria", señala Geoff Yu, analista de BNY Mellon. "Aunque varios funcionarios del BoE han conseguido inyectar algo de vida a las próximas reuniones, cada nueva ronda de datos sobre la economía subyacente tiende a arrojar más dudas sobre la sostenibilidad de su trayectoria prevista", agrega.

Es previsible que corto plazo la inflación aumente aún más de lo que el BoE había previsto en febrero. Sin embargo, esto se debe enteramente al aumento de los precios de las materias primas tras la invasión de Rusia en Ucrania el 24 de febrero. Los expertos de Berenberg creen que dentro de unos dos años, "el shock de (Vladimir) Putin probablemente deprimirá el crecimiento de la demanda, lo que también puede afectar a la dinámica de la inflación a lo largo del tiempo". "Si no tenemos suerte, Reino Unido ya se encuentra en la primera fase de una recesión", avisan. "En medio de una incertidumbre inusual, los responsables de la política económica -que deberían aspirar a minimizar las pérdidas de producción a lo largo del ciclo económico- mejor que mantengan la política sin cambios por ahora hasta que los datos entrantes dicten la respuesta política adecuada", opinan desde la firma germana.

En la reunión de marzo, los responsables de la política monetaria votaron 8-1 a favor de una subida de 25 puntos básicos. El vicegobernador John Cunliffe votó a favor de mantener el tipo de interés bancario sin cambios, citando la evolución de los riesgos en las perspectivas de inflación. Esto cogió a los mercados por sorpresa, ya que algunos comentaristas esperaban una votación unánime a favor de la subida de los tipos, con al menos algunos responsables políticos apoyando una subida aún mayor de 50 puntos básicos.

La cuestión para esta reunión es si los crecientes riesgos para la demanda motivarán a otros responsables políticos a ponerse del lado de Cunliffe, "que probablemente seguirá apoyando un enfoque de esperar y ver", creen desde Berenberg. "A juzgar por los mercados de OIS (overnight index swaps), que predicen que el BoE subirá seis veces más en 2022 para llevar el tipo de interés bancario al 2,25% a finales de año, más disensiones a favor de permanecer en espera serían tomadas como una sorpresa dovish", comentan.

"Al igual que en el caso de la Reserva Federal, no se puede descartar una subida de 50 puntos básicos si se quiere alcanzar ese nivel con reuniones de sobra este año", apuntan desde BNY Mellon. Destaca el analista del banco de EEUU que "la comunicación del BoE ha sido mucho más cautelosa, de manera que el impacto de los 'halcones' se ha ido silenciando". "Puede que el gobernador del BoE, Andrew Bailey, haya mantenido las expectativas para la decisión de esta semana", prosigue, "pero sus advertencias sobre el exceso de rigor del banco central, la magnitud del choque de ingresos del Reino Unido y el hecho de que el BoE camine por una 'línea muy, muy fina' no dieron un tono muy confiado en la orientación actual".

A su manera, el Banco de Inglaterra ha intentado durante meses rebajar las expectativas del mercado sobre la trayectoria del tipo de interés bancario en 2022, comentan los expertos. A diferencia de la Reserva Federal, que utiliza sus llamados gráficos de puntos para señalar lo que los responsables políticos esperan para la trayectoria del tipo de interés, el Banco de Inglaterra proporciona señales de política a través de sus previsiones. El BoE condiciona su previsión central a la trayectoria del tipo de interés bancario implícita en los mercados OIS. Si la inflación supera o no alcanza el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra en el horizonte de dos a tres años, eso implicaría que la curva del mercado es demasiado suave o empinada en relación con lo que los responsables de la política económica esperan seguir.

En un discurso del 9 de febrero, el economista jefe del Banco de Inglaterra, Huw Pill, dijo: "Bajo nuestras trayectorias de referencia para los salarios y los precios de la energía, nuestros escenarios publicados sugieren que dejar el tipo de interés bancario sin cambios en el 0,5% de forma indefinida dejaría la inflación por encima de nuestro objetivo del 2% en el horizonte relevante para la política monetaria, mientras que seguir la trayectoria implícita del mercado hasta el 1,2% a finales de este año habría dejado la inflación algo por debajo del objetivo. Les dejo a ustedes la tarea de extraer las implicaciones de hacia dónde ve el Comité de Política Monetaria la trayectoria del tipo de interés bancario".

"El problema es que, a pesar de todos los discursos y señales de previsión del Banco de Inglaterra, el banco ha validado las expectativas de los mercados al subir el tipo de interés bancario en cada reunión desde diciembre", comentan desde Berenberg. "Una nueva alza esta semana probablemente mantendrá durante más tiempo la diferencia entre las expectativas del mercado y las aparentes expectativas de los responsables políticos", aseveran.

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