• Brujas es la ciudad más visitada de Bélgica con 3 millones de turistas anuales
  • Coincide con la fiesta de la cerveza
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A las puertas del Mar del Norte se esconde Brujas. Una pequeña y coqueta ciudad que se gana el amor de todos los turistas que visitan Bélgica. Sus casas de madera, sus canales, sus iglesias y su centro, Patrimonio de la Humanidad, son algunos de sus principales atractivos.

Situada en la región belga de Flandes, es una de las ciudades más bonitas de Europa. La ciudad de 108.000 personas es perfecta para recorrerla en una escapada de fin de semana. Como bien es sabido, de Bélgica hay que probar unos buenos mejillones al vapor, unas patatas fritas y, sobre todo, la cerveza. La fecha ideal para viajar es la del fin de semana del 20 de octubre coincidiendo con la Fiesta de la Cerveza que organizan numerosos pubs.

Skyscanner ofrece vuelos ese fin de semana por 110 euros. La ida es el viernes a las 16:20 horas desde el aeropuerto de El Prat. La vuelta es el domingo a las 13:00 con llegada a la capital catalana a las 15:15. En cuanto a las pernoctaciones, el propio metabuscador ofrece noches de hotel por 49 euros por persona. En cuanto a la plataforma de alquiler de apartamentos, Airbnb, por 39 euros la noche.

Como la llegada a Brujas es a mediodía, la primera recomendación es para comer. En pleno centro de Brujas se encuentra At Tattie’s, un coqueto restaurante especializado en comida belga y en bocadillos. El precio es bastante asequible (un menú de bocadillo con pan casero ronda los 6 euros). No olvides pedir algo dulce para redondear la comida puesto que son sus especialidades. Lo mejor son sus croissants.

Tras haber comido bien, la primera parada es el centro de Brujas. La Grote Markt es la plaza del mercado en la que hay numerosas tiendas de alimentos y artesanales. Además, está rodeada de algunos edificios medievales, lo que le hace que tenga unos ‘vecinos’ inmejorables. Es importante recorrer las calles que salen desde la plaza ya que hay un gran ambiente porque se entremezclan tabernas, restaurantes, tiendas y pastelerías. La segunda parada está cerca de la Grote Markt. La cosa va de plazas. En esta ocasión toca visitar la Burg. Destaca por sus inmensos edificios que le rodean, como el del Ayuntamiento o la Basílica de la Santa Sangre o el Brugse Vrije, antiguos Tribunales de Justicia. El centro histórico es una maravilla debido a las calles angostas y estrechas que tiene Brujas, por lo que para terminar de pasar la tarde es una buena oportunidad para conocer el corazón de la ciudad de Bélgica.

Al caer la noche, los pubs se preparan para su semana grande. Durante ese fin de semana se celebra la Fiesta de la Cerveza. Los bares ofrecen comida y zumo de trigo a precios especiales. No hay que perder la oportunidad de probar la Straffe Hendrik, la Bourgogne des Flanders o la Garre.

SÁBADO DE CANAL

Tras haber dormido plácidamente tras los grados de la cerveza, toca abrocharse bien las zapatillas porque toca recorrer el largo canal de Brujas. Como primera parada conviene visitar el Rozengoedkaai. Una de las postales más famosas de la ciudad. A pocos metros se encuentra el mercado del pescado. Una enorme lonja en el que encontrar los mejores alimentos del mar o donde degustar algunas de las mejores materias primas. Como la hora de la ‘tapa’ española está próxima, no hay nada mejor que tomarse unos mejillones con patatas fritas en algunas de las tabernas que están dentro del mercado.

Siguiendo el enorme canal que rodea a Brujas nos topamos con uno de los museos más importantes de la cultura flamenca: el Groeningesmuseum. Al lado se encuentra el museo Arthsuis. Ya por la tarde, conviene visitar los famosos Molinos de Brujas situados en las afueras de la ciudad. Dos de ellos se pueden visitar durante el fin de semana: Koelewei y Sint-Janshuis.

Para seguir con el fin de semana cervecero, la ocasión lo merece, se puede visitar la cervecería de Halve Maan, llamada popularmente como la medialuna. Actualmente, se realizan visitas guiadas a la cervecería en las que se puede ver en primera persona cómo se elabora la famosa Brugse Zot. Estas visitas incluyen la degustación de una cerveza Brugse Zot. Existen dos variedades de Brugse Zot: Brugse Zot Blonde (rubia) y la Brugse zot Dubble, esta última con un sabor amargo y más pesada.

DISFRUTAR DEL DOMINGO

Como hasta el mediodía no sale el vuelo, aún da tiempo de visitar el parque del Minnewater, en el que se encuentran muchas casas típicas de Bélgica en medio de una zona verde para quitarse el sombrero. En esta enorme zona verde no hay perder la oportunidad de visitar el Lago del Amor.

Por último, y si da tiempo, queda visitar el Hospital de San Juan. Un hospital medieval que aún se mantiene en pie y que dentro de él se aposenta una pequeña farmacia que sirve de museo.

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